SEGURIDAD PROFESIONAL 51 | Page 13

cerradura de madera

¿Cómo y cuándo surgió la cerradura?

Desde tiempos remotos el hombre sintió la necesidad de protegerse, y ya al cerrar con una enorme piedra la entrada de su caverna dio origen a un proceso de perfeccionamiento imparable a lo largo de siglos y siglos.

Al aumentar sus bienes, también aumentó el riesgo de hurto, sucediendo una verdadera batalla de ingeniosos mecanismos entre aquellos que defendían lo suyo y aquellos que trataban de apoderarse de lo ajeno…

Pero fue miles de años después cuando los egipcios desarrollaron la primera cerradura moderna basada en un pasador horizontal de madera que, acoplado a la parte posterior de la puerta, se deslizaba por una tosca guía para encajar en un agujero que se practicaba en la jamba.

Para accionarlo desde afuera o liberarlo de los enganches se necesitó un pedazo de metal curvo provisto de un mango recto, es decir: una llave primitiva, posteriormente mejorada por romanos y griegos.

Sin embargo fue en Inglaterra (S. XVIII), con la aparición de la cerradura de puerta, donde comenzó la gran evolución de los sistemas de seguridad. Poco tiempo duro la supremacía de los ingleses en esta materia ya que allá por el 1851, el cerrajero norteamericano, Alfred Hobbs estableció un desafío: él podría abrir toda cerradura inglesa pero nadie podría abrir una cerradura hecha por él; lo cual resultó cierto.

Fue Linus Yale (retratista de oficio) quien se entregó de lleno a la perfección de los sistemas de apertura obteniendo en 1851 la patente de su primera cerradura para bancos y más tarde, en 1862, inventando la cerradura de cuadrante secreto o combinación.

Así convirtió su apellido en un auténtico sinónimo de la palabra LLAVE.

No obstante, nuestro sabio refranero nos recordó que “No hay cerradura donde es oro la ganzúa” para que entendiésemos que los sistemas pasivos, por sí solos, no garantizan nuestra total seguridad...

Ivan Prieto, Director de Seguridad en Grupo Eurofesa