en los años treinta aparecieron los Mercedes blindados, destinados principalmente a los más altos dirigentes nazis. El propio Füh-rer empleaba uno de estos coches en las paradas y en las visitas al frente. La producción se dividía en varios modelos, como el Grosser Mercedes, un torpedo con motor de 8 cilindros de 7.700 ce, cuya última serie -modelo 770- con compresor daba 230 CV, y el modelo G 4 o W 31, con motor de 100 CV, equipado especialmente para circular por cualquier terreno. Algunos ejemplares de estos Mercedes llevaban montados vidrios de 40 mm de espesor; otros, en cambio, iban equipados con los llamados neumáticos alveolares, que no se deshinchaban al ser alcanzados por los proyectiles, y poseían un dispositivo electromagnético especial para bloquear todas las puertas.
En 1972, la fábrica de carrocerías Boneschi construyó un modelo blindado sobre un Cadillac Fleetwood. Su habitáculo está protegido por 12 m2 de paneles de material plástico especial, mientras que las ventanas son de material acrílico transparente. Con dicho blindaje, el peso del coche resultó aumentado en unos 350 kg.