SAYENCO POESIA DE LA MEMORIA. Sept. 2013 | Page 79

ARRURRÚ Muchacha que habitas jardines florecidos de lágrimas. De tus pechos secos no mana leche ni miel. ¿Será que se pudrió tu corazón, Muchacha? “Arrurrú, mi niño” Tus brazos arrítmicos cantan canciones quejumbrosas, no invocan sueño, sino llanto “Arrurrú, mi niño” Tus plumas arropan menos que el sol de medianoche, ni siquiera te esmeras en producir brasas y te acostumbraste a la ligereza de hoja marchita. Te pesa la incomprensión en las vertebras “Arrurrú, mi niño” Tu vientre guarda el recuerdo, fue una casa esplendorosa poco a poco fue secándose. Se te marcan ríos de estrías, que llevan la sangre necesaria para asfixiar, muchacha, a la niña que canta. Carla Llamunao Vega 79