19. Un campeón busca el equilibrio
¿De dónde salió ese perfume de flores tan fuerte? -me
preguntó el maestro de atletismo.
No contesté.
-Pasa por favor.
Mis papás se encontraban ahí. Parecían preocupados y
enfadados. Me invadió una gran vergüenza sólo de pensar que les
estaba causando más aflicciones.
-Acabo de explicarle a tus padres -dijo el director -, porqué
vamos a expulsarte. A partir de mañana, ya no podrás venir aquí.
Como está empezando el año escolar, encontrarán algún otro
colegio que te reciba.
Papá alzó la voz para defenderme.
-Sinceramente no creo que Felipe haya escrito esas majaderías
en su solicitud deportiva -me miró -, ¿o sí?
La frialdad de esos cuatro pares de ojos hubieran hecho
pedazos a cualquier niño, pero esta vez no estaba tan nervioso.
-Me cuesta trabajo... –balbuceé -, decir con palabras lo que
pienso... por eso escribí esto.
Saqué el papel de mi bolsillo y lo desdoblé.
-¿Puedo leerlo?
Hubo un momento de tensión. Papá fue quien me autorizó a
continuar:
-Adelante.
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