a. Preocuparse por SER más que
por estar haciendo y teniendo. d. Cuidar nuestro
comportamiento en la familia.
Es necesario desarrollar la capacidad en nosotros
mismos y en nuestra familias, SER agradecidos,
SER ordenados, SER disciplinados, SER hones-
tos, de estar contentos de lo que somos, en lugar
de estar felices por lo que hacemos, y de lo que
tenemos. Por ejemplo: No expresar frustración o quejas
ante los hijos, ya que esto les genera estrés
que ellos no están en la capacidad de mane-
jar, les frustra e influye en su salud emocional
de forma negativa. Si bien se debe mantener
a los hijos e hijas al tanto de las circunstan-
cias que vive el hogar, tanto positivas como
negativas, se debe ser prudente en la forma
de comunicar la información, así como en el
nivel de detalle que es apropiado darles.
Si nos preocupamos por lo que SOMOS vamos a
cerrar esa brecha de insatisfacción financiera por
lo que no estamos haciendo o teniendo. Esto no
implica que no debamos luchar por tener esta-
bilidad económica, sino por SER personas que
luchan por SER mejores.
b. ¡OJO con los espejismos!
Debemos aceptar la realidad y valorar lo que
tenemos, para superarnos. Hay personas que
viven en otro mundo, que no es su mundo, en
el mundo de “me hubiera gustado ser, hacer o
tener”, y así gastan el dinero, pero no se ubican
en la realidad. Debemos ubicarnos en nuestra
situación para disfrutarla y superarla. Esto nos
ayuda a que aún cuando no hay abundancia se
valora aquello que se es y que se tiene. Recuer-
de que siempre habrá alguien que tendrá más o
menos. Compararse no es saludable.
c. Viaje por el triángulo de
la decisión.
Es esencial aprender a aplicar los tres pasos que
nos ayudarán a decidir los gastos antes de inver-
tir el dinero y así manejar finanzas satisfactorias:
Es recomendable realizar estos tres pasos para
tomar decisiones más reflexivas sobre las finanzas:
1. QUIERO: Es aquello que deseo tener o hacer con
el dinero.
2. NECESITO: Es aquello que tengo el deber y la
prioridad de tener o invertir.
3. PUEDO: Es aquello que tengo las posibilidades
financieras reales de hacer o tener, según mi bol-
sillo y mis ahorros.
Pensar qué es lo que QUIERO,
lo que NECESITO y lo que PUEDO.
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Algunos
ejemplos prácticos:
Yo QUIERO comprar un auto nuevo, no
obstante, NECESITO pagar mis deudas,
pero lo que PUEDO hacer es cancelar el
saldo de una tarjeta de crédito.
Yo QUIERO irme de vacaciones con mi
familia a un hotel todo incluido, sin
embargo, como DEBO comprarle lentes
de aumento a mi hijo menor, PUEDO ir a
visitar a mi familia, que vive en otra ciu-
dad pasarla bien y gastar menos.
Anote: Yo QUIERO_____________,
pero NECESITO ___________ y PUEDO
_______________
El error más común de las personas que
tienen época de bonanza es que dicen
como QUIERO y PUEDO, ni siquiera me
pregunto si lo NECESITO. Y se saltan el
segundo paso Gastar, luego se arrepien-
ten de no haber ahorrado.
Es importante ser una buena influencia posi-
tiva, para los menores de edad, por lo que es
sano animar a los hijos a ser agradecidos con
lo que tenemos. La clave es vivir plenamente
con lo que tenemos, sin perder el sueño de
metas a futuro para mejorar.