Saludablemente Saludablemente 61 | Page 5

Recuerde... Solo Cuando mire su vida en retrospecti- va, medite en alguna de las cosas que ha enfrentado que en ese momento no pen- saba que podía superar. El obstáculo era tan grande, el rompimiento le lastimó tan- to, el informe médico era tan negativo. Usted no veía una salida, pero Dios lo cam- bió todo. Y tuvo fuerza cuando no creía poder continuar. Él trajo a la persona indicada cuando pensaba que siempre estaría solo. Le dio un ascenso, le dio esa buena circunstancia y todo se arregló. Ahora usted está mejor de lo que nunca imaginó. Eso no fue un golpe de suerte ni una coincidencia. A ninguno de nosotros nos gustan las dificultades. Si tuviéramos opción, no pasaríamos por ellas. No obstante esos desafíos no solamente nos preparan para el futuro, sino que nos hacen sensibles a ver la ayuda y la bondad de otros, y el favor de Dios en nuestra vida. Cuando esté en un tiempo difícil en vez de desanimarse y ser negativo, recuerde cómo una vez ya atravesó por otra circunstancia que pare- cía imposible de salir y pudo hacerlo. Necesita notificarle a esa enfermedad: “tú no puedes acabar conmigo, no tienes el control de mis días, pelearé con esperanza y gozo” No se desanime. Cuando esos pensamientos negativos vengan a decirle: “esta enfermedad te hundirá, este problema legal es el final..” solo confíe en que Dios es el único que pue- de contar sus días y usted haga su parte, sea valiente y esforzado, inyecte a su vida pala- bras de esperanza y ánimo, en el momento de dificultad sea más generoso, más bondado- so, practique su mejor humor, vístase con sus mejores ropas porque se está preparando para ganar la batalla. No recuerde las cosas malas, ni sus derrotas o malas circunstancias, deje de pensar en ello y dejara de vivirlo. ¿Ha tenido días bue- nos durante sus últimos 15 años? Comience a recordarlo, ha visto aciertos, ascensos, reco- brar su salud Solo recuerde y hable de sus victorias y de sus oraciones contestadas. Lo que usted diga en sus momentos difíciles lo completará o lo desarmará. Cuando usted comience a hablar de la bondad no será desanimado. Si usted desarrolla ese hábito pensará mejor y comenzará a vivir mejor.