Saludablemente Saludablemente 61 | Page 16

6 Algo práctico que usted pue- de hacer es salir juntos un día, y muéstreles algo que usted necesita y que planea comprar, de mane- ra que ellos vean el precio, y usted les dice que no tiene ese dinero en ese momento, pero que va a aho- rrar para comprarlo en un tiempo determinado. Luego junto a ellos, elijan algo que les anime a ellos a ahorrar y póngase una meta para separar una cantidad de dinero juntos hasta lograr la meta. Que ellos aprendan ahorrar para necesidades y no solo para gus- tos también es muy importante. Debemos incentivar los hábitos del ahorro aunque en pequeñas cantidades. Debemos practicar y modelar en ellos la disciplina de no gastar todo lo que tenemos sino que separemos parte del dine- ro para ahorrar. En el futuro estoy seguro que su hijo o hija se lo van a agradecer. 7 LA LEY DE LA MODERACIÓN Y EL AGRADECIMIENTO. Hemos de modelar el balance en nuestros hijos para que a futuro nos sean ni muy gastones, ni tan taca- ños. Hay que enseñarles la diferencia entre una necesidad y un deseo. Por ejemplo, al ir al supermercado lleven una lista de las compras y que ellos le ayuden a elegir entre precios y calidad, o al ir de paseo donde puedan valorar la sencillez de disfrutar en familia sin que signifique gastar en exceso, o al organizar una fiesta en familia donde aprecien el compartir con amigos al hacer una parrillada en casa. Ellos deben ver que usted es moderado en sus hábitos. Algo yo aprendí de mi padre y mi madre, siempre al sentarnos todos a la mesa, colocaban todos los alimentos en el centro, y cada quien se servía pensando que debíamos dejar para los demás. Podían admirar personas por sus logros pero nunca envidiar su estilo de vida. Nuestros hijos al igual que nosotros son tentados cada día a gastar todo lo que tenemos, para obtener todo lo que que- remos. Cuando asigne una mesada o ellos se ganen una cantidad de dinero, enséñeles que no deben gastar todo en un solo día, que deben guardar para el futuro y pida cuentas. Por ejemplo, la sociedad de hoy con tantas opciones de comidas y restaurantes, nos invita a vivir para comer– en lugar de – comer para vivir. Papá y Mamá deben ser también modelos de agradecimien- to en este nuevo paradigma. Los hijos copian lo que viven y ven, no lo que les dicen. Ojo: Recordemos el viejo refrán… “bienaventurados son los que nos imitan pues de ellos serán nuestros defectos.” Por ello, cuidémonos pues nos observan. Si somos agradecidos y contentos cualquiera sea nuestra situación, ese valor será transmitido a nuestros hijos. Explí- queles por qué usted no les puede ni debe dar todo lo que quieren o piden. Esta es una de las partes más difíciles pues a veces no los queremos herir, o queremos darles lo que noso- tros nunca tuvimos. Enséñeles a autocontrolar sus impulsos y a vivir con moderación. L E Y D E L A C AU S A Y E F E C TO . Como un resumen de las leyes anteriores permítame sugerir algunos lemas que pueden ser guías para nuestros hijos en esta aventura de la vida. Quien ahorra … siempre tiene. Quien se endeuda … siempre debe. Quien es generoso… siempre es dichoso. Lo que uno siembra… eso cosecha. El corazón de los niños y jóvenes están en proceso de formación y aprendizaje, por lo que ir formando valores positivos en sus vidas es fundamental. Recuerdo la famosa frase que se solía decir en relación a dar el ejemplo que decía: “Tus hechos me hablan tan fuerte que no me dejan oír tus palabras”. Reflexionar sobre la importancia de ser modelos más que moldes a los cuales nuestros hijos puedan dar continuidad. 16