Cuando en seminarios pido a la gente que mencione dos personas
que influyeron poderosamente en su vida, surge siempre “Mamá
y/o Papá”. Para muchos de nosotros es todo un desafío enseñar a
nuestros hijos sobre principios financieros. Esto debe llamarlos a la
reflexión y a proponernos INFLUIR positivamente.
La mitad de las personas aducen a que no fueron enseñados a ahorrar.
Luego 7 de cada 10 personas aseguran no hacer un plan de gastos. Si
nos es difícil ayudarles a salir adelante en sus estudios académicos,
¡cuánto más enseñarles a ser buenos administradores del dinero!
Es absolutamente claro que criar hijos financieramente saludables, va
a darles más probabilidad de triunfar en sus finanzas personales cuan-
do sean adultos. Solo el hecho de pensar en que ellos no tengan que
pasar por las situaciones que algunos de nosotros pasamos es un razón
de peso para esforzarnos como padres en transmitirles principios ade-
cuados de finanzas personales.
OJO CON LOS JÓVENES!
Hoy en día en algunos lugares han desarrollado el hábito
de ir al Centro Comercial a divertirse, a veces aprendido
de sus padres o de sus amigos. No hay nada de malo en ir
a darse una caminata, el problema surge cuando se desa-
rrolla un hábito que puede convertirse en una necesidad
irreprimible de comprar.
Usted debe observar
el comportamiento
financiero de sus hijos
para ver si tienden a
gastar, o a ahorrar, si son
ordenados o no tanto.
La mayor vulnerabilidad de los jóvenes podría deberse a
que en la adolescencia resulta más difícil controlar los
impulsos. Los jóvenes consumistas gustan de frecuentar
tiendas y sienten el deseo permanente de ir de compras y
adquirir cosa nuevas. Además, en los jóvenes se añade su
mayor vulnerabilidad ante los mensajes publicitarios, en
una etapa vital muy cambiante y marcada por la inesta-
bilidad personal.
Los padres debemos prestar atención al comportamiento
de compra de nuestros hijos y sus pasatiempos. Nuestro
deber es preparar a nuestros hijos para enfrentar de una
forma diferente los retos del mundo que les tocará vivir.
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