Historias
DEJE LA BIBLIA
Y AGARRE
UN FUSIL
T
omamos la ruta 156 de la Región del
Bio Bio y después de pedalear 40
kilómetros vimos un taller en donde
preguntamos si podían vendernos
gasolina para nuestra cocinilla. Fue ahí en
donde conocimos a Raúl Abarca, un herrero
artístico oriundo de la ciudad de Santiago de
Chile.
“Yo nací en Santiago, pero soy “chorero” de
corazón. Así se le dice a la gente que vive en
Talcahuano. ¿Por qué me fui a Argentina?
Desde joven siempre tuve un alma aventurera
y constantemente me encontraba en búsque-
da de respuestas sobre mi futuro. Este espíritu
aventurero me impulso a embárcame en un
viaje hasta Argentina en los años 70, en don-
de ingrese a la universidad para estudiar la
carrera de Ingeniería Mecánica. Mientras es-
tudiaba conocí a personas que eran parte de
la Iglesia Mormona, entonces, comencé a in-
teresarme por la Religión y me hice mormón.
Toda persona tiene un pasado de idiota.
En Argentina se vivían tiempos difíciles debi-
do a la instauración de una dictadura militar
en el país. Yo comencé a perder el interés por
la Iglesia y principalmente por la idea mística
de que existía un Dios que era capaz de solu-
cionar los problemas que estaban ocurriendo
en ese momento.
Cuando me di cuenta de que Dios no podía
solucionar la situación de represión e injusti-
cia, termine dejando la iglesia. Deje la biblia
y agarre un fusil para unirme a la lucha del
pueblo.
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