Rusia bajo la nieve Rusia bajo la nieve | Page 6

~ 6 ~ En esas grabaciones, se descubrió que Flynn estaba “estaba engañando a la opinión pública” y era susceptible “de ser chantajeado” por el Kremlin. Así lo expuso el 8 de mayo la ex fiscal general Sally Yates, que fue la que dio la voz de alarma a la Casa Blanca. Desde su dimisión, se ha sabido que Flynn ocultó los detalles de los pagos que recibió de empresas rusas y de un empresario turco antes de las elecciones, lo cual ha afianzado la opacidad sobre los lazos extranjeros del militar. ¿Por qué es tan importante el embajador ruso? Kislyak, un veterano diplomático ruso y de quien se especula con que es espía, habló en diciembre por teléfono con Flynn cuando ya se sabía que el 20 de enero iba a convertirse en consejero de Seguridad de Trump. Supuestamente hablaron sobre las sanciones a Rusia impuestas en diciembre por el anterior gobierno de Barack Obama por los ciberataques que los servicios de inteligencia achacan a Moscú. En julio y septiembre, el embajador se reunió con el entonces senador Jeff Sessions, que apoyaba la campaña del republicano y que ahora es el fiscal general de EE UU, lo que le permite presentar cargos judiciales. Sessions no reveló esos encuentros en su comparecencia de confirmación en el Senado. Tras detaparlos la prensa, anunció en marzo que se inhibiría de la investigación de la trama rusa y que el responsable de supervisarla sería su número dos Rosenstein. ¿Qué hará el fiscal especial? En el enésimo viraje del culebrón, la prensa reveló el 16 de mayo, y como confirmó Comey en el Senado, que Trump le pidió el 14 de febrero, al día siguiente de dimitir Flynn, que el FBI cerrase la investigación a su exconsejero de Seguridad, en lo que supone un claro intento de intromisión. Comey se negó a hacerlo. La noticia avivó la tormenta política. Al día siguiente, el Departamento de Justicia anunció que Rosenstein había decidido nombrar un fiscal especial para investigar la trama rusa. Es decir, una figura independiente que podrá presentar cargos penales y que liderará las pesquisas ante la sospecha, tras el despido de Comey, de que tanto el FBI como Justicia puedan ser influidos políticamente.