Ya se ha planteado en este libro las maneras y los
obstáculos de los músicos para tener ingresos con la
música y ese gran sueño de vivir de ella, que casi nunca
es algo simple y compacto (implica flexibilidades y
hasta contradicciones). Aquí queremos ir más a fondo
y aprovechar esos músicos que nunca se quejan y ese
momento en el que los que siempre se quejan se dejan
de quejar. Una forma también de renovar votos.
Sigue siendo más común que los músicos paguen
por ser músicos a que a los músicos les paguen por
hacer música. Pagar la grabación, los ensayos, los
instrumentos, hasta el formato de distribución de su
música y llegar al punto de pagar el transporte en
conciertos locales y el alojamiento en conciertos afuera.
Aunque sea
pagando
La satisfacción más fácil de pensar y también la que
surge más rápido en sus relatos es la de la relación con
una audiencia. Lo que es visible internacionalmente
–con los famosos– también se puede encontrar en
Medellín: en cierta medida, comentarios muy similares
en Facebook y alguno que otro c