ment, pero súbitamente cambia radicalmente y en una explosión sonora entramos directamente al climax de esta obra, con una desbordante muestra de elegante virtuosismo se reflejan todos los sentimientos que el personaje tiene en este momento; confusión, arrepentimiento, locura. La orquesta tiene una de sus mejores interpretaciones, dándole emotividad al tema y complementando otro de los solos de Victor a mitad de la canción. André Hilgers a cargo de la batería, acompañado de Peavy en el bajo nos sacuden con un ritmo que sacude las bocinas de manera estremecedora. Nos encontramos un momento de relativa calma dónde podemos escuchar la voz Dana Harnge acompañando a Peavy en uno de los momentos más sobrecogedores de este tema, antes de su cruento final. El organo sirve de preludio para entrar al épilogo de esta obra: Afterglow. El sonido es más sencillo, mas tranquilo pero no, no