es ejemplo perfecto de lo versatil que puede ser el heavy metal adaptándose a cualquier exploración sonora. Al igual que el anterior Lingua Mortis y Rage no dan descanso y de nuevo sin ningún corte estamos ante The Devil’s Bride, sonidos electrónicos, piano, orquesta y grupo van adentrándonos en este tema al que encontramos a las interpretes femeninas en un dialogo con Peavy. El tema presenta un rítmo más lento pero intenso, sobre todo el solo de guitarra es increiblemente potente, melodioso e intenso, quiza el mejor de esta obra. El sonido de el piano junto a los violines y la guitarra nos introducen de manera suave a Lament. Hermosa canción que podría considerarse la “balada” que nunca puede faltar en algún disco. Gran-