Al iniciar el disco nos encontramos con una canción directa, poderosa, If I could Go Back. Riffs, ritmo e interpretación que provocan una buena dosis de optimismo. Tras un final abrupto entramos con un significativo cambio de ritmo que da entrada a The Last Breath, aquí nos hallamos con el ya conocido sonido de Infinita Symphonia. Esta, al principio, semi balada está cargada de emociones bien llevadas por el cantante Luca Micioni y cuenta con una estructura cambiante muy notoria a la mitad de la canción y en la que escuchamos muy buenos riffs y una vigorosa base rítmica.
Welcome To My World, muestra otra de las facetas de este grupo. La canción ofrece un estilo mucho más pesado, cargada riffs más acometedores, voces agresivas y un ritmo más pausado en algunos extractos. Tiene cambios que nos llevan de lo sumamente pesado a momentos de suave calma, llevados por la interpretación de todos los integrantes. Una canción que es interesante por estos cambios tan extremos.
El sonido de la guitarra, seguida por la batería nos lleva a la siguiente canción Drowsiness. Parece que la constante de este álbum es la sorpresa, cada track parece decirnos al principio el