EDITORIAL
Las funciones de los medios de comunicación gratuitos no son
diferentes a las de los de paga, solo es un asunto de estrategia.
La función más obvia de los medios de comunicación es comunicar o informar, sin
embargo existen muchas otras que nuestra
revista Ritmo Municipal procurara tener en
cuenta y fomentar en el contenido de la misma, a saber:
•Entretener: proporcionar un espacio de
diversión en familia.
•Enseñar: mostrar a la población las cosas
tal y como son y ofrecerles información interesante y actualizada.
• Formar opinión o influir en ella: concienciar, sensibilizar o movilizar.
• Socializar: formar consenso, que la población esté de acuerdo en diversos aspectos
y compartir información común que integre
y nos una formación común que integre y
nos una.
Además hay que recordar, y así lo asume
nuestra revista, que la información y la comunicación son un derecho humano reconocido en la Declaración Universal de los
Derechos Humanos: “Todo individuo tiene
derecho a la libertad de opinión y de expresión, lo que implica el derecho a no ser
molestado por sus opiniones y por buscar,
recibir y propagar, sin consideración de
fronteras, informaciones y opiniones por
cualquier medio de expresión”. En este sentido, los medios de comunicación gratuitos,
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y tal es el caso de nuestra revista, vienen a
reforzar y a garantizar el ejercicio y cumplimiento de este derecho por parte de los
lectores.
¿Qué se entiende por Medios de
Comunicación gratuitos?
Por prensa gratuita o, más propiamente,
prensa de distribución gratuita, se entiende
la distribución de periódicos o publicaciones similares, revistas, sin costo para el público. Su distribución se efectúa en puntos
de alta circulación de personas como universidades, estaciones o medios de transporte público (estaciones de autobuses, metros,
etc.) o en zonas de alto tránsito peatonal.
Fue Estados Unidos el país pionero en prensa gratuita, con la publicación, en la década
de 1940, del primero de estos periódicos,
que en la actualidad se denomina Contra
Costa Times.
Europa se incorporó a esta corriente con
mucho retraso y fue España el país que
dio el primer paso, cuando en 1992 apareció el primer ejemplar de un medio de
comunicación gratuito, un Minidiario,
en Valencia. La llegada de la prensa gratuita supone una nueva competencia para
la prensa tradicio-nal o de pago, por alcanzar un mayor número de lectores.