Es muy frecuente que los niños tengan accidentes en su vida cotidiana que pueden ocasionar heridas, raspones y lesiones. La actividad normal de un niño implica acciones y movimientos (correr, saltar, juegos que buscan el contacto físico con otros niños) que, en muchas ocasiones, acaban en caídas, tropiezos y golpes. Aunque es recomendable procurar que los más pequeños jueguen con cuidado, es prácticamente inevitable que corran ciertos riesgos y que acaben lesionándose. La mayoría de las heridas suelen producirse en las extremidades, en zonas como los codos o las rodillas.
COMO CURAR LAS HERIDAS
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