RIE-UANL, ENERO-DICIEMBRE 2016, AÑO 3, NÚM. 3, ISSN: 2448-6825 P á g i n a | 69
INTRODUCCIÓN El Servicio Social forma parte de la construcción integral del estudiante universitario y proporciona un espacio para la puesta en práctica de sus conocimientos y habilidades profesionales. Además, esta actividad contribuye a la solución de problemas sociales a través de la colaboración con instituciones y organizaciones de la sociedad civil. Por lo tanto, resulta evidente que uno de los objetivos primordiales de la educación superior sea que los profesionales adquieran una formación acorde a los requerimientos sociales y laborales a través de la participación en el sector productivo.
Siendo la formación por competencias una alternativa para responder a las demandas de una sociedad, denominada“ sociedad del conocimiento y de la información”, en la que una de sus mayores expectativas es la búsqueda de una articulación entre la educación y las necesidades sociales; el interés por este tipo de formación surge en el mundo del trabajo en la década de 1870 y, a partir de los estudios de MC Clelland( 1973), Mertens( 1997) y otros autores, comienza una búsqueda orientada al hallazgo de criterios científicos de la eficiencia de las personas en el desempeño laboral.
Para la universidad actual, cada vez más centrada en la atención del estudiante como persona que se construye en el proceso de aprendizaje profesional, la formación humana y experiencias de los egresados, el servicio social constituye una preocupación y un motivo del que ocuparse de manera competente y comprometida. Indagar las experiencias que deja la práctica del Servicio Social Universitario, permite evaluar y proponer cambios en los programas de acción que se convierte en la actualidad, no solo en una actividad académica de reciprocidad con la sociedad, sino en un compromiso con responsabilidad social por parte de quienes intervienen en el proceso como formadores de los estudiantes universitarios.
FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA Formar recursos humanos con capacidad de adquirir competencias de su campo disciplinar no es la finalidad única de la universidad. Los nuevos escenarios sociales y organizacionales demandan que, los procesos de formación, sean más eficientes en términos de desarrollo de competencias, prácticas y aplicación de los valores de acuerdo al perfil de egreso. En este sentido, la formación por competencias, según Gómez & Moñivas( 2005) permite desarrollar procesos de enseñanza-aprendizaje que promueven la adquisición de conocimientos, habilidades y actitudes, que capacitan a los futuros profesionales para afrontar las demandas de los contextos laborales y sociales en los que se insertarán.
Por lo cual resulta necesario revisar cómo, los estudiantes, en su formación profesional, vinculen la experiencia del servicio social con una capacitación para la inserción laboral
________________________________________________________________________________________________________ Investigación Educativa: Un Campo para la interdisciplinariedad. Red de Investigación Educativa, UANL.