REVISTAS WHAT! Enero, 2014 | Page 4

El trabajo de encargado de mostrador, o dependiente, como lo queramos llamar, no es nada fácil. Sin contar que es mal pagado, no corresponde a ningún alto ni mediano ni ningún rango en el organigrama de la empresa y suele ser muy laborioso, tienes que soportar clientes con los que tienes que hacer ejercicios de meditación y respiración para no responderles como se merecen. En alguna ocasión trabajé en una juguetería, y muchas veces, por ejemplo, llegaron clientes a pedirme un juguete con las siguientes características. 1. Es un juguete así (poniendo las manos en una extraña forma). 2. Sale en televisión. 3. Es para niños. 4. ¡Ay, tú sabes a qué me refiero!