Jaqueline Smeke Salame
Hoy quiero hacerles saber sobre lo que nadie
ha notado que ocurre en mi ciudad y nadie
piensa que se presente y aun así existe, ¿por
dónde empezar? Digamos que por el
principio de la ciudad donde apenas
habíamos puesto las carreteras ¡cómo avanza
el tiempo! Ni siquiera puedo creer que esto
que veamos ahorita empezó con tan solo 5
metros de carretera y 3 casas, es increíble
como con tan solo eso se inicia una sociedad,
recuerdo como les pusimos apenas los
comercios y fue creciendo poco a poco la
población.
Pedían cosas y por conseguirlas peleaban con
todo lo que tienen, ¿cómo decir que no al
desarrollo?; poco tiempo después me di
cuenta de que necesitaba saber más para
gobernar mejor, necesitaba saber cómo debía
ser yo para que ustedes me consideraran una
buena alcaldesa yo necesitaba una buena
forma de gobernar, verbigracia: ser una buena
persona, que pueda cubrir sus necesidades
básicas, que tenga las oportunidades para que
ustedes tengan un buen nivel de vida pero
¿cómo hacerlo?, ¿cómo poder cubrir todo lo
necesario? Luego chequé y lo tenía todo
cubierto así que ya no necesitaba
preocuparme por eso.
No más de una sesión después todo se
desmorono, la gente empezó a pedir más y
más, el presupuesto bajaba hasta que de
pronto quedo en 0, tuve que subir los
impuestos y perdí población, todo por no
saber gastar en lo que debía gastar, estaba tan
furiosa conmigo misma y en eso era en lo
único que pensaba, no podía creer lo bajo que
había caído; pero no deje la cabeza abajo la
levante y me di cuenta que por fin la
población había subido al igual que el
presupuesto, me armé de valentía y baje los
impuestos, hice lo que pude, en aquellos
momentos debido a lo que viví, no pude
poner lo necesario para vivir, me hacía falta
una planta de agua, lugares en donde
conseguir
vivienda,
educación,
aguas
residuales, parques y muchas cosas más, por
eso no tenía bienestar social para mi ciudad
ni para mis habitantes, ellos ya no estaban
felices.
Tomé decisiones muy irresponsablemente,
bueno la mayoría, pero fue porque en esos
momentos no entendía lo que significaba
tomarlas y toda la responsabilidad que venía
en ello, ya que si tomas decisiones mal
pensadas toda la sociedad depende de ti y
solamente de ti, si resulta dañada tú sabes
que fue tu culpa, que solo tú lo puedes
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