Naturaleza) que se refiere a la exploración, explotación y aprovechamiento de
minerales.
Existe una amplia variedad de minerales en la Tierra. Los hay sólidos (oro y
níquel), líquidos (mercurio o el petróleo), quebradizos (yeso o cal) y
gaseosos (gas natural). La naturaleza los presenta acumulados en lugares
conocidos como yacimientos, los cuales se encuentran al aire libre o en el
subsuelo a diferentes niveles de profundidad. Los metales son materiales muy
importantes que a lo largo de la historia han recibido numerosas aplicaciones.
Sus características principales son la capacidad de conducir la electricidad y el
calor, su brillo y su propiedad de estado sólido a temperatura ambiente. Ellos no
son renovables. El acero que está hecho de hierro, que también es no renovable.
Aluminio, hierro y titanio se encuentran entre los tres elementos más abundantes
en la corteza terrestre elementos que intervienen en la producción de diversas
aleaciones son fijos, los metales son altamente reciclables y reutilizables.
La industria minera es una de las que más explotan y pueden llegar a afectar el
medio ambiente ya que para conseguir sus objetivos requieren de hectáreas de
suelo el cual en algún momento pudo ser una montaña, un cerro, un rio o un
bosque lo que ha provocado la erosión de los suelos, la deforestación, la
contaminación o en concreto el desgaste del medio ambiente.
Nos damos cuenta de la gran importancia que tienen estos recursos. Hemos sido
demasiado egoístas, no pensamos en el daño que estamos causando a nuestro
planeta ni a las generaciones que se aproximan. Nos hemos dejado llevar por
nuestro bienestar propio, no vemos más allá, tenemos un pensamiento tan
egocéntrico que nos ciega y nos impide actuar. Yo te pregunto, ¿Te imaginarias
vivir sin alguno de estos recursos?, ¿Crees que tus hábitos cambiarían?, ¿Qué
harías ante esta situación? Las respuestas son obvias, dependemos tanto de
estos que no podemos permitir su extinción. Nuestros hábitos y nuestra vida
cambiarían totalmente pues en estos casos sufriremos de cambios en la tierra
también.
Debido a este problema que la humanidad está enfrentando y que cada vez
crece más y más con el paso de los días se han propuesto tres tipos de
consumo responsable a seguir para una buena sustentabilidad y conservación.
En primer lugar, tenemos al CONSUMO CRÍTICO O SOCIAL: Es una actitud
diaria que consiste en elegir de manera meticulosa lo que compramos sobre la
base de dos criterios: la historia del producto y la conducta de la empresa
productora, señalándole al sistema los métodos productivos que aprobamos y
los que condenamos. Seguido de esto tenemos al CONSUMO ÉTICO: Se ejerce
cuando se valoran las opciones como más justas, solidaria o ecológica y se
consume de