Revista Vitality Edición N° 1 | Page 68

de comer demasiado y de no asumir la responsabilidad de mantener su peso. Todo ello puede conducir a que el niño esté triste, nervioso y sea solitario, lo que puede hacer que se aumente la ingesta energética como una compensación. Si el entorno familia no actúa o no da importancia a estos hechos, los problemas de autoestima pueden seguir indefinidamente. Los profesionales médicos, además de evaluar, conocer y ayudar a resolver los problemas de ingesta excesiva del niño obeso deberían conocer las circunstancias psicológicas y sociales en las que se encuentra para poder actuar de la mejor manera y ayudar al niño y a la familia a controlar la obesidad. Como en tantos otros ámbitos, en ocasiones es necesario un apoyo con medidas psico-sociales, trascendiendo lo meramente físico e individual. Recordemos que para prevenir y controlar la obesidad el niño debe seguir una dieta normal, completa y variada, acorde a su edad, y realizar ejercicio moderado. Siguiendo estos consejos, y teniendo en cuenta los aspectos psicológicos de la obesidad infantil lograremos que tengan una buena salud física y emocional. V 68 Revista Vitality | Edición No. 1