Revista Visión Universitaria... EESJojutla Núm. 2 / Año 4 | Page 15

Detrás de la Ciencia. Regreso a la normalidad: juego de tontos

Autor: Dr. Iván Martínez Duncker
La pandemia CO- VID19 nos ha develado las deficiencias que tenemos como civilización, llegando hasta el tuétano de nuestras comunidades. Deficiencias convertidas en mortales grietas que devoran nuestra esperanza de superar esta pandemia con ética y dignidad. La pobreza y desigualdad desatendidas, la corrupción voraz y la cínica impunidad, los monopolios destructivos de las economías locales, las deficiencias del sistema de salud hecho para atender enfermedades y no para prevenirlas, y una clase política alejada de las necesidades más básicas de los ciudadanos. Estas son solo algunas de las fallas preexistentes que ahora se han exacerbado y ocultado artísticamente, ampliando aún más la brecha entre la tragedia y la situación ideal en la que quisiéramos estar. Es crucial plantear a esta pandemia como una oportunidad creativa e innovadora para transformar a nuestro país, ¡ caray, a nuestro planeta entero! Aunque ello suene ambicioso, es posible, sin embargo, tenemos que partir de un intenso trabajo desde el núcleo social devastado, es decir desde nuestras familias y nuestras comunidades. ¿ Sí sabemos que están devastadas, cierto? ¿ Pretenderemos que todo va bien?
Lo primero es dejar de pensar equivocadamente que la pandemia nos ha arrebatado una“ normalidad” deseable y engañarnos en que hay que recuperarla, cuando en esa normalidad del pasado habitan justamente las causas de las tragedias que hoy nos atormentan. Cuando esa normalidad estaba profundamente viciada con defectos estructurales que hoy nos han puesto de rodillas ante un ente invisible. Aún así, no se equivoquen, el virus no es el enemigo y la solución real no es el gel y las mascarillas, esas solo son respuestas limitadas, no caigamos en ese juego, cualquier otro desastre natural global pudo haber ocurrido, cuyo origen y efectos serían igualmente resultado de una sociedad devastada en sus valores, vertida a perseguir un ideal materialista deshumanizado y ecocida.
Ciertamente debemos plantearnos el regreso a una normalidad, pero entendiéndola como una nueva relación entre nosotros y entre nosotros y la naturaleza, generada desde un genuino cuestionamiento de si es inteligente continuar persiguiendo los mismos objetivos y usando los mismos métodos. Aprovechemos la pandemia para cuestionar los fundamentos de nuestra civilización y el camino que hasta ahora sigue persiguiendo, frente a una fuerte llamada, no la primera, de que muy posiblemente es un camino hacia la extinción. Cuestionemos la forma en que estamos consumiendo nuestra vida y nuestro entorno.

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