Revista Vida Natural Nro 200 - Diciembre 2018 | Page 6
Las Flores de Bach
Edward Bach era un médico del país de Gales, en
Gran Bretaña. Después de graduarse en Londres
como médico, realizó notables trabajos de inves-
tigación en bacteriología. Como médico, tenía un
enorme deseo de ayudar a las personas, pero no
estaba del todo convencido de la medicina que
practicaba. Así que se dedicó a la búsqueda de
algún método menos agresivo, más sutil, benig-
no y suave. Fue entonces que tuvo contacto con
la Homeopatía, en la cual también se destacó
como médico e investigador, recibiendo el recon-
ocimiento de sus colegas.
Después de algunos años de practicar la medicina
en Londres con mucho éxito, se encontró con un
hecho curioso: algunos pacientes que tenían la
misma enfermedad tenían algunas otras carac-
terísticas similares, como su postura, su forma de
hablar, sus gestos y sus expresiones. Empezó en-
tonces a analizar a sus pacientes no solo por sus
enfermedades y síntomas, sino por sus personal-
idades. Por supuesto, necesitaba de un remedio
para cada tipo de personalidad.
Esta investigación lo llevó a probar con sus pa-
cientes algunos remedios basados en flores que
recogió durante unas vacaciones en Gales. Ob-
tuvo tan buenos resultados al prepararlos de
forma homeopática, que decide mudarse defini-
tivamente a Gales, para sumergirse en el desar-
rollo de una nueva medicina. De forma intuitiva
empieza a recoger flores que percibe adecuadas
para resolver los problemas de cada una de las
personalidades que ha identificado.
El método que usa para preparar sus tinturas
también es novedoso: en lugar de tomar los ex-
tractos de las flores y empezar a hacer diluciones,
como se usa en homeopatía, simplemente recoge
el rocío que ha quedado depositado en las flores
por la mañana, y lo usa como tintura madre. Para
su asombro, este rocío es suficientemente poder-
oso como para crear efectos significativos en las
personas. Después experimenta sumergiendo al-
gunos de los brotes de las flores en un frasco de
cristal lleno de agua mineral, y dejándolos en el
sol durante algunas horas, permitiendo que el sol
transmita la energía de las flores al agua mineral,
la cual queda convertida en tintura.
Después de experimentar los efectos de algunas
tinturas de flores consigo mismo, y luego con
plantas y animales, empieza a probar sus reme-
dios con pacientes, recetándoles remedios de ac-
uerdo a su tipo de personalidad en lugar de a sus
síntomas. Debido a los sorprendentes resultados
que obtiene, decide tomar una nueva filosofía en
su investigación: Para corregir una enferme-
dad física, es necesario primero corregir los
problemas mentales y emocionales del pa-
ciente.
A pesar de que esta idea es prevaleciente en
muchas filosofías y medicinas tradicionales, era
completamente novedosa en su práctica y la de
sus colegas. Bach pensaba que el tratamiento de
las emociones y la mente son fundamentales al
momento de tratar las enfermedades físicas. Al
momento de corregir los problemas emocionales,
los problemas físicos pueden resolverse más fá-
cil y rápidamente, y sin riesgo de que vuelvan
a presentarse. A pesar del énfasis que se la ha
dado al sistema floral de Bach para resolver los
problemas emocionales, no debe de olvidarse su
utilidad para corregir problemas físicos.
Es así como logra reunir 38 remedios, cada uno
con una aplicación específica para un tipo de per-
sonalidad, cada una con problemas mentales o
emocionales. Estos 38 remedios están compues-
tos por 34 flores silvestres, 3 flores de cultivo y
el último no es una flor, sino agua de manantial.
Así, el Dr. Bach desarrolla una nueva medicina,
sutil y eficiente, pero sobre todo relacionada con
uno de los campos más descuidados por la me-
dicina tradicional: las emociones. Además, es un
sistema holístico, es decir integral, pues reúne la
mente y las emociones con el cuerpo del paci-
ente.
Cuauhtemoc F Ramirez Arriola