Revista Ven y Sígueme Octubre 2021 | Page 13

Cuando el camino se vuelve cansado y la tristeza nos lleva a la soledad del desierto , Jesús nos sale al encuentro y nos recuerda que , si Él está en nosotros , hace las cosas nuevas .

Jesús , Salvador de los hombres , ¡ ven , anímanos a continuar en ti nuestro camino !
El desierto es un lugar en el que se siente un gran vacío , es un espacio interminable , hay mucha arena y uno que otro insecto . Es un sitio en el que uno , fácilmente , se puede perder , como ahora sucede en esta pandemia .
A pesar de que estamos en “ este Valle de Lágrimas ”, como lo rezamos en la Salve Regina , también estamos en un desierto , pues , aunque estamos unidos por los medios electrónicos y conviviendo con sana distancia , hay muchas personas que sufren en soledad .
Hay pequeños desiertos , hay distancias , hay dolores . Hemos visto partir a personas queridas , nuestra forma de vida ha cambiado , el modo de trabajar es diferente o ya no hay trabajo y parecería que la situación no cambiará pronto .
Esta soledad espiritual es la oportunidad para poner , justo ahí , la presencia del Espíritu Santo ; invocarlo para que , como viento suave y fuerte , mueva las arenas de la duda y la desesperanza , para dejar al descubierto los brotes de vida nueva . Hasta en el peor desierto , podemos encontrar vida .
No hay pandemia , ni dolor , que nos pueda quitar la esperanza de un renacer en el Espíritu Santo y esto mismo nos impulsa a clamar : Jesús , Salvador de los hombres , ¡ ven , anímanos a continuar en ti nuestro camino !
Cuando me dejo transformar por Cristo , hay una nueva visión de mi realidad . Mi desierto deja de ser un desierto , para transformarse en un vergel , que sí requerirá de mucho trabajo y esfuerzo , pues es tierra seca , pero , con la gracia del Espíritu Santo , mi vergel irá cobrando vida para convertirse en tierra fértil que dé buen fruto .
Cuando nos sintamos tristes , solos o cansados , no olvidemos que quien nos rescata de nuestros desiertos es Cristo , Él es quien tiene palabras de vida eterna y , como Pedro , nosotros también pongamos en Él nuestra confianza .
Que nuestro Padre Creador los colme de su gracia , amor y ternura y renueve su alma , para convertirla en tierra fértil ; que Jesucristo , Nuestro Redentor , los introduzca en su corazón , para dar frutos en abundancia y que el Espíritu Santo los refresque y llene de vida abundante , para que sus obras le sean agradables y las ofrezcan en favor de los sacerdotes por medio de María Santísima .

Rincón del padre gildo El desierto

P . HERMENEGILDO PÉREZ BADILLO , M . SP . S .
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