Revista Velocitycar 42 | Page 6

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Ferrari 250 Testa Rossa, de 1957

Es uno de los míticos, y sólo se construyeron 21. El nombre de “Testa Rossa” (pelirroja) es debido al color de las tapas de sus válvulas y uno de sus rasgos de identidad. El vehículo compitió en las 24 horas de Le Mans de 1957 y, aunque no ganó, el que se encuentre entre los coches clásicos más caros del mundo (12’2 millones de euros) es debido a su estado de conservación. Se encuentra prácticamente intacto.