EDUCACIÓN
Por: Esmeralda Del Hoyo Soto
El fenómeno de la globalización ha repercutido de forma tanto positiva como
negativa en las familias mexicanas. Nuestro ferviente deseo por brindar una mejor
calidad de vida a nuestros hijos, ha hecho que perdamos de vista la meta y
desvirtuemos el significado de la palabra educación.
Educación es el conjunto de enseñanzas, creencias e instrucción escolarizada
que cada ser humano recibimos, desafortunadamente en nuestros días, estos tres
elementos no van de la mano.
Continuamente confundimos una buena educación con enviar a nuestros hijos a
una escuela privada y con una colegiatura de elevado costo, pero olvidamos que
necesitan ayuda con sus tareas, que los escuchemos leer, que mostremos interés por
sus actividades diarias.
Cuando ambos padres trabajan, vuelven a casa cansados y generalmente dejan
a sus hijos a cargo de alguien más, pero esa o esas personas no suplen el afecto y
atención de papá y mamá, es indispensable que ambos acuerden como brindarán la
atención que los menores requieren.
La educación de los hijos es responsabilidad tanto del padre como de la madre,
así que si ambos trabajan, lo mejor es crear un rol semanal en el que mientras uno de
los dos atiende las actividades domésticas pendientes, el otro se encarga de
conversar, revisar tareas y jugar con ellos.
La imagen, presencia e influencia tanto de mamá como de papá, son
fundamentales para un buen desarrollo emocional de los hijos, la crianza basada en
valores humanos y apego a nuestra cultura, es la mejor herencia que les podemos
dejar. Este es el origen del verdadero cambio que necesita nuestra sociedad.