Revista UNADICCION - Febrero 2017 Febrero 2017 | Page 27

Por: José Carlos Hemke Madrigal

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DE MADRUGADA...

—Y ella despertó a las 3:33 a.m. y me encontró a su lado con pluma y papel en mis manos.

¿Qué escribes? —preguntó ella—

Hace tanto que no te veía hacerlo, hace tanto

respondí con una sonrisa triste...

sentimientos que nacen de mi alma

para una mujer que amo

cosas que quiero decirle

por eso escriben mis manos

y que se quedarán aquí escritos

en un papel por el resto de mis años.

—Una sonrisa nació en ella, por primera vez en su vida después de más de 38 años, intimaba conmigo.

¿Es bonita? —preguntó ella—

respondí pensando en su sonrisa

en sus ojos color de trigo...

es hermosa como una rosa

tan elegante como la flor del paraíso

salvaje como una orquídea

ella es todas las flores que Dios hizo.

—¡Nunca escuché que hablaras así de alguien! —ella sentenció, para dar paso a una sonrisa que nunca había visto en su rostro—.

¿La amas a ella? —preguntó ella—

respondí sin esconder mis sentimientos...

el amor que a ella le tengo

va más allá de mi propio entendimiento

y no tiene nada que ver con su hermosura

sino con lo que hay dentro de ella

es la combinación perfecta

entre una princesa y mujer guerrera

temple de pantera y mirada pura

mujer en toda la extensión de la palabra

y la amo como nunca amé a ninguna…

—Y ella volvió a sonreír… por primera vez en su vida tomó mi mano y sentenció de nuevo.

Dios la bendiga… —dijo ella—

por siempre… respondí con amor profundo...