Revista UNADiccion Febrero 2015 | Page 35

Mucho tiempo se ha enfatizado en culpar a los gatos de la presencia de una enfermedad llamada “Toxoplasmosis” la cual suele presentase después o durante el embarazo y perjudicar directamente el producto, es decir el bebé.

La toxoplasmosis es una infección producida por un parásito protozoario (microscópico) de la familia de los occidios llamado Toxoplasma gondii, puede afectar a todos los animales de sangre caliente inclusive al ser humano y es de distribución mundial.

Entre los animales de importancia epidemiológica tenemos todos los de consumo habitual, (cerdo, ovino, bovino, caprinos, etc.) y los no tradicionales (como la liebre, vizcacha, etc.). También las aves y los insectos (moscas, cucarachas) pueden ser portadores del parásito y diseminarlo ampliamente. Los felinos son los únicos animales donde el parásito produce huevos, por esto se llaman huéspedes definitivos; en el resto de los animales el parásito no produce huevos y se llaman huéspedes intermediarios.

¿Qué riesgos supone la toxoplasmosis para el bebé?

Si bien hasta el 90 por ciento de los bebés infectados parecen normales en el momento de nacer, entre el 80 y el 90 por ciento desarrollan infecciones oculares peligrosas para la vista muchos meses o años más tarde. Algunos desarrollan pérdidas de la audición, hidrocefalia (agua que rodea el cerebro), retraso mental, problemas de aprendizaje o ataques de apoplejía. La toxoplasmosis contraída durante el embarazo también puede provocar un aborto espontáneo o el nacimiento de un feto muerto.

¿Cómo puede infectar y/o enfermar el gato por este parasito?

El gato, por lo común, adquiere la enfermedad cuando es muy joven, (entre los 2 y 4 meses de edad) debido a que en ese momento comienza a consumir carne cruda muchas de las veces suministrada por su propietario, o al momento de que la madre les enseña a cazar y comienzan a buscar sus propios alimentos muchas veces vivos.

Cuando toma contacto con el toxoplasma, desarrolla la enfermedad en forma intestinal, la cual puede ser totalmente asintomática o presentar diversos grados de diarrea. Cuando se desarrolla la fase extraintestinal, la enfermedad solo da síntomas en un porcentaje muy reducido de gatos y cuando esto ocurre los signos clínicos son difusos como: fiebre, decaimiento, falta de apetito y leve disnea (disfunción respiratoria) por neumonía.

¿Cómo se contagia el humano?

Las encuestas serológicas (por análisis de sangre) en distintas poblaciones humanas generalmente dan entre un 40% y un 60% de positivos, esto significa que en algún momento el parásito entró en el organismo de esas personas y produjo la formación de anticuerpos. Sin embargo, muy pocos humanos presentan síntomas de la enfermedad, pues con un sistema inmunológico normal cualquier persona puede contrarrestar al parásito. De los que presentan síntomas, la mayoría tiene la forma linfoganglionar, con fiebre, adenopatías (inflamación de ganglios), hepatomegalia y esplenomegalía (agrandamiento de ambos órganos)

El problema más importante a nivel humano se produce durante el embarazo. El mayor riesgo surge cuando la infección se contrae durante los primeros o 6 meses del mismo, presentándose abortos y malformaciones fetales. Si ocurre antes del embarazo o en el último tercio hay muy pocas posibilidades de tener complicaciones. Las mujeres negativas al toxoplasma durante el embarazo, son consideradas de alto riesgo para la enfermedad, por lo cual deben extremar los cuidados para evitar el contagio.

Por orden de importancia se describen las vías de transmisión en cada caso:

- En el gato:

1.- Ingestión de carnes o vísceras con quistes tisulares en animales de consumo (ovinos, caprinos, porcinos, bovinos, etc.) que lo adquieren por las pasturas contaminadas y en presas vivas como roedores, pájaros, cucarachas, etc

2.- Por la ingestión de huevos maduros del suelo, eliminados por otro gato enfermo. Estos huevos infectantes son muy resistentes en el medio ambiente, pudiendo ser viables desde varios meses a varios años

- En el hombre:

1.- Ingestión de carnes crudas o semicrudas con quistes tisulares (principalmente la ovina, porcina, caprina, bovina y aves.

2.- Ingestión de huevos de toxoplasma en verduras contaminadas (mal lavadas).

3.- Ingestión de huevos infectantes por niños que comen tierra o arena contaminada. Es muy poco probable que el gato hogareño que defeca en la bandeja sanitaria pueda transmitir el parásito porque como vimos antes, los huevos necesitan estar por lo menos 24 horas en el ambiente para madurar.

4.- Es posible la transmisión transplacentaria de la madre al feto.

¿Cómo evitar la Toxoplasmosis?

• No debe comer carne cruda o poco cocinada, niembutidos poco curados. En general, se recomienda no tomar jamón serrano.

• Tampoco debe consumir huevos crudos ni leche no pasteurizada porque pueden estar contaminados.

• Lávese las manos con agua y jabón inmediatamente después de manipular carne cruda, y no se toque los ojos, boca o nariz con las manos si no se las ha lavado todavía.

• También debe lavar muy bien las frutas y verduras antes de comerlas.

• Si tiene que comer fuera de casa, no tome ensaladas ni verduras crudas porque no hay garantía de que el lavado haya sido adecuado.

• Evite trabajar en el jardín sin guantes. Una de las vías de contagio es la tierra, donde suele estar presente el parásito, y si le quedan restos de tierra entre las uñas, incluso después de lavarse, podría infectarse posteriormente.

• Si tiene gatos, procure que no salgan fuera de la casa porque ellos se contagian al comer carne cruda, lo que podría ocurrir si el gato caza pájaros o ratones y se los come. De igual modo evite el suministro a su gato de carnes crudas.

• En cualquier caso, que sea otra persona la que limpie el cajón de los gatos, ya que el parásito libera los ooquistes en las heces del felino y, aunque con unas medidas básicas de higiene no es normal infectarse, es mejor prevenir.

Conclusión:

El gato solo se enferma al consumir carne cruda, presas vivas o estar en contacto con un medio contaminado con materias fecales de gatos enfermos o sospechosos.

Los alimentos balanceados son la fuente más segura y completa de alimentación. Si todos los gatos del mundo comiesen solo alimentos balanceados, la toxoplasmosis prácticamente no existiría.

Con la eliminación diaria de la materia fecal del gato no hay peligro de contagio aun en los momentos de eliminación de huevos, lo cual es recomendable el aseo en cajas de arena tratando de evitar lo más posible el contacto de la mujer embarazada con los desechos fecales.

La fuente más común de infección para el hombre es el consumo de carnes crudas o semicrudas (jugosas) y las verduras crudas mal lavadas.

La convivencia con un gato no significa ningún riesgo para sus propietarios si se tiene en cuenta una correcta alimentación y una correcta eliminación de su materia fecal.

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TOXOPLASMOSIS

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