Revista ULTRA, segundo número Segundo número | Page 7

Hace quince años asesinaron a mi padre…

La abuela siempre decía que la música callaba las voces de las paredes malditas, que subir el volumen las obligaba a cantar al compás que sonaba en aquel tocadiscos.

Yo lloraba, y ella se acercó a mí dispuesta a animarme: “Tú mamá nunca supo cantar bien, por eso las paredes terminaron por asfixiarla. Con la música esa voz que acecha estas paredes se calla para escuchar las notas titilantes, la voz respeta al sonido que abraza y nos penetra. Nos levanta y deja, cambiando tempos sin el tic, sin el tac”, luego me abrazó y mientras cantaba y bailaba, reproducía su disco favorito.

Las paredes no pudieron con el carácter que ella tenía, fue el tiempo quien la alcanzó al terminar su canción. Un infarto ayudó...........................................................................

Éramos las tres mosqueteras, antes de que aquella voz asesinara a mi madre. Mi abuela fue siempre la más fuerte, la que nos defendía de todos, mi madre fue siempre la más frágil, a quien debíamos defender de todos. Hoy hace un año que mi abuela murió, sé que estaría molesta conmigo por no poder cantar notas tan altas.,,,,,,,,,,,,,,,,,,,kkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkk

Mi padre no cantaba, tampoco bailaba. Cada que llegaba a casa sus pasos tronaban con furia en el suelo, mi madre corría a ponerme audífonos y encerrarme en mi cuarto “corre a tu habitación mi pequeña soledad”.........kkkkkkkkkkkkkkkkkkk.

CANTA Y NO LLORES

Adriana Zamudio López

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