Travesías Didácticas Nº 31 • Diciembre 2019 | Page 20
Grupo Multiedad 2017. DEI.
Coordinado por Laura Pitluk
acompañando el proceso de formación de un grupo, a partir de una agrupación de niños y
maestro/s; sabemos que sin adultos comprometidos en este sentido los niños continúan
centrados en su egocentrismo inicial y su mirada hacia sí mismos, aspecto que da cuenta de
las posibilidades de su momento de desarrollo. La escolaridad inicial implica, siempre, una
cuestión de calidad en la relación afectiva y emocional; sostenidas en ellas se hacen posibles
las diversas tareas y aprendizajes.
Pensando en las situaciones educativas, sabemos que hay múltiples variables que las
atraviesan y de alguna forma influyen en los modos de concretarse en lo cotidiano. Para dar
cuenta de la vida del aula se hace necesario reconocer la complejidad de la tarea educativa,
que se plasma, según Souto, en el “entrelazamiento” de los conocimientos, apoyado en la
multiplicidad de las teorías de referencia. Según dicha especialista, poder pensar desde la
psicología social, psicología de grupos, epistemología (modos de conocer), implica alejarse
de la división entre los diferentes aspectos intervinientes y “entrelazar”.
Lo importante es considerar cómo se trabaja la formación grupal y cómo se transforma una
agrupación en un grupo. Desde esta concepción se cree fundamental tener en cuenta qué
hace el maestro y cómo se conduce en/con el grupo-clase, considerando su mirada como
docente en función de lo que pasa en el grupo y en función de cada uno de los niños.
Según Souto, para que lo grupal aparezca es necesario:
- un clima favorecedor
- la espontaneidad
- el reconocimiento del grupo como un tiempo y espacio donde se aloja, se acoge y todos
tienen su lugar.
“Otro aspecto fundamental y para esto me remito a la frase “El todo es más que la suma de
sus partes”, es que las personas no son individuos en un grupo sino pasar a formar un todo
juntos, es decir, una cohesión entre ellos en donde se necesita del pensamiento y el debate
en conjunto para poder realizar la tarea. Claramente esa tarea se verá potenciada y mejor
desarrollada ya que muchas cabezas piensan más que una, lo que favorece la creatividad y
el espíritu de trabajo para diseñar mejores estrategias para realizar la actividad pedida, es
importante que en el trabajo haya una organización por parte de los alumnos en donde las
discusiones sean claras y aprendan a expresarse en forma tranquila logrando que los
resultados obtenidos sea mejor que el trabajo individual. El rol de cada uno dentro del grupo
es fundamental, el mismo, según Pichón Rivière (1999) es un modelo organizado de conducta,
relativo a una cierta posición del individuo en una red de interacciones ligado a expectativas
propias y de los otros. Cada uno tiene un rol diferente y el grupo tiende a tratar de que perdure,
siempre hay alguien que adjudica y otro que lo asume y lo desarrolla ya que los roles tienen
un deber ser, algo permitido y algo prohibido.
El docente es parte del grupo y el clima áulico va a depender de la predisposición a aprender,
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