Travesías didácticas Nº 29 • Diciembre 2018 | Page 79
sentimientos al comunicarse con el otro valorando sus sentimientos, aceptando y respetando
la diversidad.
De esta manera pusimos en marcha el proyecto; aprovechando que se inauguraba la
biblioteca del jardín fuimos a conocerla con la consigna de buscar libros de miedo. Ellxs
seleccionaron según el nombre o la tapa del libro los que consideraban de terror o de
monstruos, encontraron 4 textos: “Miedo” de Graciela Cabral, “Fuera de aquí horrible monstruo
verde” y “Monstruo triste Monstruo feliz”, ambos de Ed Emberly y “Petit el monstruo de sol”.
En diferentes ocasiones se compartió la lectura de dichos textos, desde las cuales surgieron
conversaciones enriquecedoras, máscaras monstruosas, miradas de terror en el espejo,
manos que apretaban fuerte a las de las seños, juegos de persecución donde el juego
tradicional ¿lobo está? se transformó en el ¿monstruo está? pensando ¿qué podía estar
haciendo? ¿dónde estaría? resulta que cada unx pudo ubicarlo en un lugar distinto, haciendo
algo diferente.
Desde el arte continuamos con Antonio Berni, un artista conocido por el grupo, y juntos
descubrimos sus pesadillas; apreciando el cuadro “La pesadilla de los injustos” pudieron
contar y dibujar sus propias pesadillas. Contarle al grupo que hacían cuando en mitad de la
noche se levantaban con un mal sueño, por ejemplo algunxs prenden el velador, otroxs se
pasaban a la cama de mamá o papá y uno de los niñxs contó que su abuelo le regaló un
atrapa sueños donde se quedaban los sueños lindo y por el agujerito del centro se iban las
pesadillas.
Después de tanto andar necesitábamos un lugar donde guardar todos nuestros sentimientos
y como el miedo no es solo cosa de chicxs, invitamos a las familias a que escribiesen sus
miedos y se construyó el buzón de los miedos donde cada unx pudo “almacenar” esos
sentimientos quedando “guardados” en un lugar seguro.
Fue muy maravilloso y enriquecedor el abordaje de este proyecto. Se pudo observar el cambio
del grupo, pero realmente tomamos dimensión de lo que transformó este proyecto a sala
multicolor cuando un día, como cualquier otro día, apareció un bicho raro por la ventana y
pensamos que era un ciempiés o algo así, un compañero entro en pánico, lloraba, gritaba y
una amiga se acercó, le puso sus manos sobre los hombros y le dijo - no tengas miedo,
dibujalo y metelo en el buzón -.
Gracias por leerme, espero les haya gustado y nos animemos a proyectar monstruos para
derribar miedos.
Ana Clara Rizzuto
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