Travesías didácticas Nº 29 • Diciembre 2018 | Page 73

intervenciones que se hacen esperar tensiones irresueltas Cuando los bordes se derraman sospechemos: algo se está gestando, circula, va “in crescendo” en su consistencia y volumen. Resulta imperativo tramitarlo institucionalmente, poner palabra como acción política creadora de sentidos y significados, palabra que reoriente y contribuya a mantener el “orden” institucional deseable y esperable. Palabras que decir y palabras que escuchar en el ejercicio del diálogo democratizante, palabras que contengan y recontraten. Porque nuestra prioridad es “preservar la trama”, la red vincular institucional que sostienen lo educativo. Considero que –generalmente- las luchas más intensas son las de origen ideológico; lo que portamos desde la cuna: la sumatoria que resulta de nuestras experiencias de vida, las pautas de crianza, valores, interacciones en espacios públicos y privados, nuestra inserción escolar y laboral. Cómo percibimos al mundo, a nosotros mismos, a los demás, las relaciones que establecemos, qué valoraciones hacemos de las personas, las instituciones. Ideologías más o menos “imbatibles”, arraigadas, enraizadas que afloran muy “a favor” o “a pesar” de… No obstante, cuando los derechos de la infancia nos atraviesan como adultos trabajadores y profesionales de la educación, no se trata de estar de acuerdo o no con la norma jurídica. Los dilemas planteados encuentran solución cuando las decisiones y acciones se enmarcan en lo normado. En este caso volvemos al “estatuto” que nos convoca, la nueva condición de las infancias como sujetos de derecho: del derecho social a la educación, del derecho a su pertenencia e identidad étnica y cultural, derecho a aprender, a no ser objeto de ningún tipo de violencia. Entonces no ponemos sobre la mesa la norma jurídica para discutirla, sino cómo la significamos en el hacer escuela, en el acto cotidiano de alojar, de recibir, enseñar, participar y promover aprendizajes. Una escuela que no reproduzca las desigualdades, sino que eduque para la igualdad, la libertad y la emancipación. Que acompañe y favorezca el sueño de supremacía y dignidad del ser humano niñe, objeto y razón de ser de nuestra tarea. Prácticas educativas y de cuidado. 71