Travesías didácticas Nº 29 • Diciembre 2018 | Page 18
¿Cómo enfrentar la evolución de la lectura…
Valeria Donato
Es preciso pensar en cómo evolucionaron los libros en formato papel:
El libro impreso constituye un paso más en la historia de la forma del libro. Los primeros
libros salidos de la imprenta en el siglo XV todavía imitaban los códices en cuanto a formato,
encuadernación, reservas para las iniciales, etc.; pero eran realizados con papel impreso en
vez de con papiro o pergamino manuscrito. Los libros papel jamás serán sustituidos por los
medios tecnológicos, son sensaciones necesarias que debemos resignificar en los jardines en
propuestas con continuidad.
La lectura en los medios electrónicos, como creación artística, puede definirse a través de
diversos rasgos, entre los que se encuentran la posibilidad de movimiento, la combinación de
diferentes lenguajes expresivos o la interconexión, pero los principales teóricos de la
digitalidad y del texto electrónico consideran que todas estas características están
subordinadas a la interactividad.
Un aspecto de estos componentes que también se aplica a los productos digitales ficcionales,
de acuerdo con las observaciones hechas en ámbito escolar y familiar, es que abren la puerta
a la curiosidad y el interés, incrementados por efecto de la multimodalidad pluralizada del
medio electrónico. En buena parte, porque las aplicaciones canalizan descubrimientos y
vivencias más sensoriales. La interactividad constituye, desde todos los puntos de vista, un
elemento clave de estos productos para los más pequeños.
Lo que aportan, por tanto, está centrado sobre todo en las nuevas experiencias lectoras y en
la potenciación de la interacción entre objeto-aplicación y niño: los lectores, y esto es relevante
de 0 a 6 años, donde participan directamente en la narración.
Asimismo, cuando las aplicaciones son de calidad desde la perspectiva literaria (aunque
desgraciadamente no es el caso mayoritario) potencian aprendizajes paralelos a los de la
literatura analógica (voces de los personajes, espacio y tiempo del relato, hechos de la historia,
estructura de la trama, etc.), si bien en un grado de innovación tecnológica que también
conlleva -y facilita, de hecho- un dominio progresivo del dispositivo.
En cuanto a la construcción del texto y su sentido: exactamente igual que con los libros, la
mediación tiene un papel fundamental, en primer lugar, para seleccionar el corpus con criterios
de calidad; y, en segundo lugar, para acompañar a los niños en la experiencia de lectura
(ahora digital), guiarlos en la comprensión del texto y evitar el conflicto (Lógicamente, todos
quieren ser los protagonistas de la manipulación de la tablet, celular o compu), contrarrestar
la dispersión (por efecto de las llamadas numerosas, diversas y simultáneas a sus sentidos) y
minimizar los usos puramente lúdicos de los dispositivos (predominantes en los espacios
familiares) en el ámbito escolar. La función del Jardín y la escuela, justamente, sería ayudar
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