Travesías didácticas Nº 27 • Abril 2018 | Page 38

Abordaje colaborativo de conflictos escolares. Rosaura Paulero A modo de cierre Se dice que el conflicto es un rasgo inevitable de las relaciones sociales. El problema radica en que todo conflicto puede adoptar un curso constructivo o destructivo. Por lo tanto, la cuestión no es eliminar el conflicto sino asumirlo y enfrentarlo con recursos que nos permitan salir enriquecidos de esa situación. La escuela, como espacio de encuentro de diferentes actores con multiplicidad de intereses y con diversidades culturales, sociales e individuales es generadora y multiplicadora de diferencias y conflictos. La mediación escolar constituye un importante trabajo preventivo y formativo, tanto a nivel individual como colectivo, en tanto permite que los protagonistas de los conflictos tengan la oportunidad de: • • • • • Vivirlo como una oportunidad para examinar diferentes perspectivas. Reconocer el impacto de sus respectivas acciones y responsabilizarse por ellas. Identificar emociones propias y ajenas. Explorar distintos intereses y necesidades. Trabajar cooperativamente en la búsqueda de soluciones que sean buena para todos los participantes. Por ello, desde el Nivel Inicial a través de proyectos de educación para la paz y en la escuela primaria con programas de alumnos mediadores, se pueden incorporar estos contenidos y la visión positiva del conflicto y de la paz. En palabras de Paulo Freire. “Cuanto más respetemos a los alumnos y a las alumnas independientemente de su color, sexo y clase social, cuantos más testimonios de respeto demos en nuestra vida diaria, en la escuela, en las relaciones con nuestros colegas, con los porteros, cocineras, vigilantes, padres y madres de los alumnos, cuanto más reduzcamos la distancia entre lo que hacemos y lo que decimos, tanto más estaremos contribuyendo para el fortalecimiento de las experiencias democráticas”. (FREIRE; 1994 Pag 133, “Cartas a quien pretende enseñar”). 36