Con una cucharita
Cuando terminó la improvisación grupal dirigida por Judith percibí que se había abierto una
compuerta, expectativa, silencio de escucha y muchas miradas atentas, algo parecido a…
“entonces… ¿qué sigue ahora?” Fue en ese momento que disfruté al buscar mi pequeña
bolsa llena de cucharitas entregando una a cada uno de los participantes. Tomé una blanca
invitando a crear un sonido con ella. (Exageré ese gesto convocando al juego sonoro
nuevamente). Así fue…que comenzó a recorrer su viaje sonoro iniciando con golpes sobre la
palma de la mano con la boca, con el dorso; golpes que cada participante variaba al repetirlo
o espaciarlo en una búsqueda sutil de timbres.
Una ronda, una pequeña cucharita que circula e inspira miradas y modos de acción sonora
diferentes... (¡¡¡esperé más confiada que cada una pudiera animarse a encontrar una nueva
acción para seguir transformando el sonido!!!!...). Podíamos observar cada nueva intervención
sin hacer comentarios. El sonido crecía en protagonismo.
“Elección de un material que posea cualidades tímbricas. Cuando llega el momento de
tomar decisiones para diseñar una actividad será conveniente poder tener en cuenta esa
cualidad del objeto sonoro. La exploración podrá fluir en diversidad cuando el material
posea riqueza sonora, al ofrecer variaciones en la intensidad o el timbre que puedan
regularse sencillamente al explorarlos”. 7
Una de las participantes desplegó nuevas posibilidades al inventario sonoro al raspar el borde
de la cucharita con su pulsera-reloj que tenía variadas superficies. Nos sorprendió y de allí en
adelante algunas manos buscaron nuevas superficies. La búsqueda de timbres incluyó el
suelo, el calzado y la combinación de diversos modos de acción.
“A veces nos dejamos llevar por un impulso y, en otros, nos contagiamos de lo que
sucede en la ronda. Es posible observar ese friso de acciones que están desplegándose
y elegir una que tenga un gesto claro y pedirle al creador que la comparta con el grupo.
Entonces será bueno… gestar el sonido propio y salir al ruedo”. 8
Con 2 cucharitas
Hay instantes de una exploración que suelen aquietarse y pareciera que uno ha llegado al
final de un episodio, que se viene el cierre…Fue tan contundente la variedad y sutileza de la
búsqueda que decidí incluir otro elemento al repartir una cucharita más para cada integrante
de la ronda.
El material elegido para la exploración podrá multiplicar su rendimiento sonoro si se
dispone de la cantidad necesaria en cada momento de la actividad: cuando circula por
cada integrante de la ronda el objeto que sea un disparador mientras el grupo escucha
atento; cada niño explora libremente, imitar sonidos, variar la intensidad, intercambiar
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Andrea Grynberg: fragmento de su artículo.
Andrea Grynberg: fragmento de su artículo.
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