Travesías Didácticas Nº 23 • Diciembre 2016 | Page 16
La vida diaria en el Jardín Maternal…
Lic. Laura Pitluk
La comida en la guardería
Me vuelve al corazón y a la mente la pregunta ¿qué esperamos de los niños pequeños? ¿Que
los deambuladores no deambulen? ¿Qué los bebes no quieran upa? ¿Que los pequeños de
2 años estén sentados en una ronda prolija o contra la pared para responder en orden a
preguntas sin sentido o esperar quietos la entrega del material de juego?
Esto manifiesta el enfoque y el estilo de enseñanza que ponemos de manifiesto en cada
decisión, cada acción, cada intervención. Queda claro que los mismos incluyen obviamente
las modalidades de intervenir y sostener a los niños, que a su vez expresan nuestras
concepciones acerca de la educación, la enseñanza, el aprendizaje, las infancias y sus
posibilidades, y se sostienen en una ideología peculiar y un modo de concebir la educación,
los vínculos y la vida.
Personalmente, y en coincidencia con los enfoques educativos y curriculares actuales, y con
tantas personas preocupadas por la educación infantil, no deseo niños adoctrinados
respondiendo de manera lineal y única a preguntas y propuestas sin sentido, cuyo significado
ni siquiera coincide con nuestras supuestas convicciones educativas...es decir, no quiero al
perro de Pavlov.
Además de no quererlo, es hora que asumamos que tampoco lo logramos, salvo siendo
redundantes, insistentes y amenazantes, logrando así fijar conductas este reotipadas a un
costo muy alto para los niños, y también para nosotros como educadores.
Nuestras infancias actuales viven en una sociedad tan compleja como cambiante, que los
forma como sujetos que accionan constantemente realizando actividades múltiples a la
vez...entonces ¿cómo querer y esperar que respondan de a uno disciplinadamente? Pero
además ¿este es el sujeto que queremos formar...o queremos un sujeto participativo, activo,
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