Travesías Didácticas Nº 23 • Diciembre 2016 | Page 10

Reflexiones de fin de año y proyectos… Lic. Gabriela Lerman Sería ingenuo pensar que hay un momento del año escolar en el que hay más calma. Los días son intensos y siempre existen los desafíos cotidianos; sin embargo, hay determinadas fechas, como éstas, en las que todo parece acelerarse, multiplicarse y amplificarse. Tanto las emociones como las tareas. Llegan los actos de fin de año, las evaluaciones, las despedidas, los balances… Es en este contexto que escribo estas palabras, con la intención de construir una bisagra o un puente entre el año que termina y el que está próximo a comenzar. Con tal motivo, los invito a generar un espacio de reflexión acerca del derecho a la educación y la inclusión educativa. Son dos temas que no pueden abordarse por separado. Si nuestras Leyes y tratados establecen que la educación es un derecho de todos, el desafío que se plantea en consecuencia es el modo de hacerlo realidad. Uno de los obstáculos más frecuentes, es que el campo de la normativa queda disociado del campo de las prácticas. Para que la inclusión educativa sea real, el campo de las prácticas requiere ser pensado, revisado y transformado. Esta no es una tarea individual sino colectiva. En muchas oportunidades, y con justificada razón, los directivos y docentes preguntan ¿cómo se hace? ¿cómo hago…con este alumno/ con este grupo/ con estos padres…? Y en la pregunta se desliza un sentimiento de impotencia, malestar, desasosiego… Quizás la única respuesta genuina y cierta que pueda darse en estas situaciones es que hay que poner a trabajar las preguntas, desplegarlas y pensarlas. No hay un libro de recetas y los mejores manuales es probable que fracasen, porque toda situación es única y nueva. Entiendo que esta primera afirmación puede producir un efecto desalentador y hasta cierto enojo, pero es el único modo de generar respuestas apropiadas para cada realidad educativa y que las mismas, puedan ser sostenidas en el tiempo. Por otra parte, el mismo desaliento y enojo se produciría al comprobar la ineficacia de aplicar soluciones preestablecidas y extrapoladas de otros contextos. Sin embargo, lo que sí podemos compartir son ciertos lineamientos que a modo de brújula permitan orientarse en el camino. Afortunadamente, en todos estos años de trabajo en el ámbito educativo he atravesado y compartido una variedad y diversidad de experiencias que han fortalecido mis convicciones y que me han permitido elaborar algunas ideas que me resultan potentes a la hora de pensar y construir intervenciones en diferentes contextos. 8