en el futbol nacional para convertirse
en entrenadora ha pasado por
momentos complicados en su
carrera, como el machismo y acoso
del que fue víctima al momento de
buscar un lugar en el futbol
mexicano, en el que espera
trascender gracias a su talento y
disciplina. Melissa nos habló en una
entrevista para SPN de cómo el
machismo está presente al no existir
muchas oportunidades para las
mujeres pues hasta ahora es la única
mujer que ha sido confirmada como
mandamás de un vestidor en la Liga
MX Femenil.
Además, nos habla de que existe un
tope salarial para las jugadoras,
mismo que no se conoce en el futbol
varonil pues se dio a conocer que
ninguna de ellas ganará más de dos
mil 500 pesos mensuales, que es lo
máximo que se establece en los
contratos y lo cual es muy poco si lo
comparamos con el sueldo de un
futbolista de primera división de la
liga varonil pues su sueldo varía
entre los 100.000 y el millón de pesos
mensuales. Entre esas y otras reglas
establecidas en el contrato de la liga
femenil, está el que no podrán
embarazarse, pues según la fuente,
si alguna de ellas llega a
embarazarse el contrato que el club
le estableció se anulará
inmediatamente además a esto se le
agrega la petición escrita ahí mismo
sobre el “no mostrase demasiado
masculinas” fuera ni dentro de la
cancha, pero también mostrarse
“guerreras” dentro de la misma.
El caso de Melissa es uno de tantos
casos. Así como pueden recibir burlas y
acoso en persona, también reciben
molestos mensajes por redes sociales,
como es el caso que nos presenta
Diana Pérez, que lo expresa de la
siguiente manera:
“A ver si ya hacen algo digno esas
lesbianas”, fue el primer mensaje que
recibí en Twitter cuando escribí sobre la
Selección Femenil Mexicana que
participará en el Mundial de Canadá.
Al mensaje le siguieron comentarios
como “Ahora sólo falta que les enseñen
a jugar porque son malitas”, “Para qué
las ilusionan, mejor que se regresen a la
cocina, es donde pertenecen”.
Los mensajes en nada eclipsan el
trabajo y la ilusión del cuadro femenil
que buscará una participación
destacada en su tercer Mundial; sin
embargo, sí demuestran el pobre criterio
de un sector de aficionados machistas
que se niegan a compartir lo que
asumen como suyo: el fútbol.
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