Los
norteños fueron profetas en su
tierra en la sexta edición de “Conociendo la Pachamama” ya que los primeros de las generales fueron de esa región del
país: en los 100K el jujeño Patricio Lamas
(13h 12’ 32’’); en los 50K la jujeña Analía Franco (8h 14’ 50’’) y en los 25 K el salteño Martín
Mendioroz (4h 45’ 44’’).
La ya tradicional ultramaratón de montaña,
que se larga los octubre de cada año en la
localidad jujeña de Tilcara y recorre diversos
puntos de la Quebrada de Humahuaca, entregó lo que siempre salen a buscar los valientes atletas que se le animan: condiciones
extremas de carrera pero acompañadas por
un paisaje único caracterizado por la policromía de los cerros del lugar.
muy técnico con muchas piedras y ripio que
hacen trabajar en demasía tobillos y piernas.
Para darse una idea de lo difícil de esta carrera
basta señalar que en los 100K largaron 74 atletas
y sólo concluyeron 42 (56%); en los 50 K salieron 38 y terminaron 28 (73%) y en los 25K
de 48 llegaron a la meta 41 (85%).
Pero más allá de las condiciones extremas en
las que se desarrolla esta competencia, podemos señalar que la belleza de los parajes que
ofrecela Quebrada de Humahuaca, donde se
sitúa Tilcara, compensan cualquier sacrificio
de los corredores: la policromía de los cerros,
la majestuosidad de los grandes cactus, la música del viento constituyen un verdadero deleite para los sentidos de los runners.
Extrema belleza
La dureza de las condiciones en que se desarrolló esta ultramaratón llevó a los atletas a
tener una gran concentración y fuerza psicológica ya que debieron administrar muy bien
los esfuerzos para mantenerse muy bien hidratados por la sequedad del ambiente más la
influencia de la altura (cada corredor no bebió
menos de 6 litros de agua a lo largo de su participación).
“Conociendo la Pachamama” es un ultramaratón de montaña y autosuficiencia que
se corre bajo condiciones extremas por la
altura, ya que se desarrolla entre los 2.450
msnm y los 3.899 msnm; por factores climáticos duros, como el viento seco y la exposición
a los rayos UV del sol; por las empinadas subidas y las violentas bajadas y por un terreno
Fuerza psicológica
La organización dispuso de algunos puntos
con hidratación y dos con frutas, por lo cual
los corredores debieron llevar sus alimentos
y proveerse de agua en arroyos y manantiales.
Los 100K
El circuito de esta distancia fue muy exigente por la altura (se desarrolló entre los 2450
msnm y los 3899msnm) y por los senderos
muy técnicos por los que hubo que transitar
(muchas piedras y ripio que exigían en demasía las piernas).
Los primeros 20 km no fueron difíciles, más
allá de que se alcanzaron los 2.890 msnm
para llegar al “Abra del cerro Amarillo”.
Luego de esa distancia vendría lo más complicado ya que había que arremeter una
exigente subida de 10 km, desde los 2650
msnm, en Angosto del Perchel, hasta los
3500 msnm, en Ovejería Vieja. La dificultad
estaba signada en este punto por el microclima de este trayecto que hacía que los efectos
de la Puna fueran muy fuertes en la humanidad de los corredores.
Desde ahí venía un descenso pronunciado
hasta los 2600 msnm, durante 10 km, para
ahí sí subir la cuesta más exigente: 13 km
hasta llegar al pueblo Abra del Corral (3.899
msnm). Luego bajar 12 km hasta el pueblo
de Maimará (2450 msnm) para tomar 10 km
más, no muy exigentes, para culminar en la
plaza principal de Tilcara.
TodoAventura Noviembre 2013 19