Editorial
Cuarentena: (si) - Tanto tiempo: (no se) - Impuesta: (no)
El titulo creo es claro. No se puede discutir la
aplicación de la cuarentena, por sobre todo
dados los resultados positivos que se lograron.
Pero como todo en la vida, hay un tiempo, y
que al llegar a sobrepasar los 100 días de
aislamiento, aparecen daños al ser humano,
en distintas edades con daños distintos pero
daños al fin, y no se ven articulaciones de las
autoridades, principalmente en el AMBA, que
muestren una preocupación y la búsqueda
de alguna estrategia al respecto
Y aca me refiero no solo a la salud, sino al
posible comportamiento general de las personas,
y mostrando también preocupación,
estudio, análisis y respaldo sobre la situación
económica y el trabajo.”
No quedan dudas de la participación de
importantes profesionales de la salud, infectólogos
epidemiólogos, etc, en el tema
salud.
Pero no se ve, no se conoce nada sobre lo
económico, donde solo se conocen algunas
caras nativas y en el gobierno, que nada
dicen ni explican sobre semejante problemática
Por un lado podemos ver que no hay ni estudios,
ni intercambios de ideas con profesionales,
nativos o internacionales, dentro de la
salud mental, para atacar y ya, las alteraciones
que están, sin duda, produciendo malestares,
a veces graves, por el aislamiento
durante tanto tiempo. Son indiscutidos los
problemas de ansiedad, angustia, inestabilidad
emocional, miedo, regresiones (en
niños) y si todo sigue así, habrá problemas
insalvables con secuelas muy graves, en
corto y mediano plazo
Parte de la problemática está en el aislamiento,
pero mucho también en las formas
de informar las medidas, ya que una cosa es
comunicar con explicaciones claras, entendibles,
a modo de persuasión, que logre que la
gente crea en lo que se esta imponiendo, y
para ello la honestidad de la información es
lo más importante.
Por otro lado, además de lograr hacer que la
gente entienda no por miedo sino por convencimiento,
es que se muestre la capacidad
de quienes proponen, luego de estudiar profesional
y concienzudamente, los problemas
de casi todos los casos reconocidos.
03No se explica porque la gente puede concurrir
a comprar alimentos a las grandes
superficies comerciales, donde (en un muy
buen negocio económico sin duda) uno
puede adquirir todo tipo de elementos más
allá de los alimentos.
Es posible con buenos protocolos de comportamiento,
TODOS LOS RUBROS que están
dentro de los supermercados, pudieran estar
abiertos. “repuestos, peluquerías, ferretería,
calzado, ropa, regalería, pinturería, bazar,
electros, librería, limpieza, artículos de jardín
(aire libre), mueblerías, etc, además de lo
referente a comestibles, que incluiría almacén,
pescadería, carnicería, verdulería, etc.
etc.”
¿Cuál sería el problema? Que la gente no se
cuide, no cumpla con los protocolos? Que
descuide lo importante que es la distancia
social. Insisto que dependería de la forma de
informar, explicar, persuadir y controlar, pero
no castigando a todos como si fuera un problema
de fe (se hace así porque digo yo),
porque saldríamos de la Constitución y entraríamos
en una mínimamente autocracia, que
lleva a mucha gente a provocar en la gente
las dudas de si se trata de fines que de cualquier
forma justifiquen los medios, no enterándose
fidedignamente de cuales serían
estos medios.
Recomiendo a las autoridades políticas,
especialmente porque en muchísimos casos
y lugares son peronistas (o dícen serlo) que
relean a Perón y luego actúen en consecuencia,
o dejen de decir que gobiernan bajos los
conceptos y ideologías peronistas.
DECIA EL GENERAL
JUAN DOMINGO PERÓN
Nosotros somos un país politizado, pero sin cultura
política
Y todas las cosas que nos están ocurriendo, aun
dentro de nuestro propio Movimiento, obedecen,
precisamente, a esa falta de cultura política.
Nuestra función dentro del Movimiento no es ya,
solamente, de adoctrinamiento -en lo que hemos
trabajado mucho, y eso ha traído la politizaciónsino
de ir cultivando las formas que lleven nuestro
Movimiento al más alto grado de cultura
política, lo que será un bien inmenso para el país,
no sólo por lo que representa para el Movimiento
Justicialista, sino porque inducirá a las demás
fuerzas políticas a que también adquieran ese
grado de cultura política. La política, hoy, ya no
son dos trincheras en cada una de las cuales está
uno armado para pelear con el otro.
Este mundo moderno ha creado necesidades, y
los pueblos no se pueden dar el lujo ya de politiquear.
Esos tiempos han pasado; vienen épocas
de democracias integradas en las que todos
luchan con un objetivo común, manteniendo su
individualidad, sus ideas, sus doctrinas y sus ideologías,
pero todos trabajando para un fin
común. Ya nadie puede tratar de hacer una oposición
sistemática y negativa, porque los países
no pueden ya aguantar una actitud política semejante;
uno ve cómo en el mundo entero esto ya
está entrando. Nosotros quizá hayamos tenido la
última lucha dura y difícil en estos dieciocho
años; pero se inicia para nosotros una nueva
etapa, en la cual una organización y una elevación
del nivel cultural político de nuestras masas
nos facilitarán todos los trabajos y todos los
esfuerzos que deberemos realizar. Por esa razón
hemos dispuesto que se comience a estructurar el
Movimiento Peronista como institución. Yo ya
dejaré de ser el factótum, porque ya no es necesario
que haya factótums.
Hay que recordar, señores, que mientras los
movimientos gregarios mueren con su inventor,
los movimientos institucionales siguen viviendo
aun cuando desaparezcan todos los que lo han
erigido. Porque el hombre no vence al tiempo; la
organización es lo único que puede vencerlo.
Yo ya estoy viejo, y el hecho de que se acerque
mi final nos debe hacer pensar en que es necesario
que este Movimiento se institucionalice para
que pueda continuar en el tiempo y en el espacio,
aun prescindiendo de mí. Y desde este momento
debe comenzar a prescindir de mí, para que sea
manejado por los peronistas que los propios
peronistas designen.
Si nosotros podemos persuadir de lo mismo a
todos los argentinos, de una o de otra tendencia,
creo que cumpliremos una gran acción de
gobierno. Gobernar no es mandar; ése es el
defecto que cometemos muchas veces los
militares, que estamos acostumbrados al
mando. Mandar es obligar, gobernar es persuadir.
Y al hombre es mejor persuadirlo que
obligarlo. Esa es nuestra tarea: ir persuadiendo
a todos los argentinos para que comencemos
a patear todos para el mismo arco; es
decir, hacia los objetivos de nuestro país y
hacia las necesidades de nuestro pueblo.
Juan Domingo Perón
EL DIRECTOR