Revista The Tourist Febrero / Marzo Abril 2019 01 | Page 4
la
GIRALDA
F UE ERIGIDA COMO AL-
minar de la mezquita entre 1184
y 1198 por Ahmed Ben Baso que
es el mismo que construye otros
minaretes casi gemelos en el norte
de África, concretamente en el
Magreb: la Kutubía, en Marra-
kech, la torre Hassan, en Rabat, y
la Mansuriah de tremecén. Podría
decirse que son las tres Giraldas
del otro lado del estrecho.
El alminar de 76 metros estaba
coronado por cuatro grandes bo-
las doradas que, según cuentan,
podían verse a más de 40 km de
distancia. La admiración que des-
pertó la edificación de la Giralda
fue tal, que cuando los musulma-
nes solicitaron, al tratar las capi-
tulaciones de Sevilla, que se les
dejara demoler la torre, el infante
don Alfonso contestó una frase
que ya se ha hecho célebre en la
Historia: “Por un sólo ladrillo que
le quitasen los pasaría a todos a
cuchillo”.
Los cimientos de La Giralda,
que bajan quince metros desde el
nivel del suelo están construidos a
base de las ruinas romanas de Se-
villa e Itálica.
El cuerpo de la torre es de ladri-
llo, y en él se pueden ver cuatro
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T HE T OURIST
S I T I E N E A L G U N A D U D A , C O N S U LT E C O N S U C O N S E R J E
grandes paños de sebka, paños de
ladrillo tallado. En el centro de-
muro pueden verse unas ventanas
polilobuladas superpuestas con
columnas parteluces centrales
también romanas.
Cuando decida admirar las vis-
tas de la ciudad desde este impre-
sionante minarete descubrirá que
para subir hay 35 rampas, y no es-
caleras. Esto es así porque el al-
muédano, el encargado de llamar
a la oración al musulmán, pudiera
subir a caballo.
El segundo gran momento de la
Giralda sucedió entre 1558 y
1568. Con la ciudad enriquecida
por el oro procendente de Améri-
ca, las autoridades eclesiásticas
decidieron edificar un nuevo re-
mate que simbolizara el poder
cristiano. Para ello añadieron un
cuerpo de campanas renacentistas
sobre el fuste islámico y alcanzar
93 metros. El arquitecto cordobés
Hernán Ruiz II el joven dirigió
esta reforma. Durante esta trans-
formación también se instaló el
Giraldillo, una veleta con forma
de mujer, conocida popularmente
en Sevilla como “La Giganta”y
que, en realidad, es una alegoría
del triunfo de la fe.