CULTURA
El último Inca
“La Rebelión de Túpac”
Reynaldo Arenas, nos relata la lucha para lograr los sueños y su metamorfosis en
Tupác Amarú
Nací en el Ande, en el corazón de Cuzco, estuve rodeado por la
Pachamama; a los cinco años llego a Lima junto a mi madre, en
busca de una mejor educación y no regrese a Cuzco hasta los
diecinueve años. En la secundaria compartí carpeta con Fernando
Larañaga (Actor); en donde realizaba mis tareas, vi por primera vez
ensayos actorales, es ahí donde me nace el gusto por el teatro. Viví
en la casa de la familia de Luis Hernández, (Poeta Peruano), junto a
sus tres hermanos: Max, Luis
y Carlos, llegue a hacer un
hijo más para ellos.
Termine la secundaria, empiezo a trabajar como auxiliar de educación en un colegio superior, donde conocí
a Miguel Ugarte, (Director del
teatro San Marcos), quien me
regalaba entradas para que
asista los teatros gratuitamente, en donde me impresionó ver como los actores
y actrices entraban vestidos
con zapatillas, jeans y luego
se transformaban completamente, me atrajo el cambio
de personalidad dentro del
teatro.
Me inscribí a la academia, estudie tres meses con muy buenos resultados, logré ingresar a la Escuela de Teatro en el año 1973, pero
mis estudios fueron interrumpidos, la necesidad me llevo a trabajar
de todo, lavaba carros, llegue a terminar mis estudios y a partir de
ahí trabaje en Teatros, cines.
Viví medio año percutorio, ya que en ese entonces mi madre se
había enfermado, me dedicaba a hacer actividades,
como la música, declamaba
poesía. A los dieciocho años
me empezó a gustar el Rock.
UNA VIDA POR LUCHAR
La Revolución de Velazco,
estuve marcado como Socialista y no obtuve trabajo,
salí a provincia a hacer teatros. Al no conseguir trabajo;
tome un curso de reparación
de candados; más tarde
gane dinero afilando cuchillos. Después en 1982 –
1983 me llegue asociar con
la empresa Inca Cola, y así
puse un quiosco en la playa.
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Debute como extra en una obra de Semana Santa “La vida y pasión
de Cristo”.
En 1983 me presente en la audición del papel de Túpac Amaru
pero me rechazaron ya que no tenía el porte de este Inca; así que
empiezo a ejercitarme, ir al gimnasio, incluso converse con un Coronel para que me enseñe a montar caballo, me deje crecer el cabello, es ahí donde cambio
mi personalidad, paso un
año y medio; me presente
y automáticamente obtuve
el papel de Túpac Amaru.
Tuvo una gran cogida, se
ha visto en toda Europa,
parte de Asia y toda Latino
América.
Al principio cuando hicimos esta película fue muy
accidentada, “muy accidentada” porque todo el
mundo nos dio la espalda,
esta película estaba programada para hacerla en
tres meses, nos demoramos un año, ”un año”, fue
todo un éxito, cada vez que
viajábamos la gente se quedaba admirada en la calidad de esta
película, “una muy hermosa experiencia”.
UN GRAN RECORRIDO EN LAS ANÉCDOTAS
Estaba en Italia, nos habíamos ido a presentar con la obra Ollantay
y nos presentamos en un teatro famoso Vilchense en Italia! Hermoso teatro! Estaba lleno, lleno, muy lleno! Terminó y la gente nos
aplaudió al final y el promotor que nos había llevado, el alcalde de
esa ciudad entro: Chicos,
es un éxito, éxito, les invito
a comer; cámbiense rápido que nos queda pocas
horas vamos; nos lavamos la cara, nos pusimos
el terno y entra la esposa
preocupada: ¡Por favor
cámbiense, límpiense, sáquense el maquillaje de
la cara! ¿Qué maquillaje?
Somos de este color, ¡OH,
son de ese color!; Nuestro
test es de este bello color!!
En Italia había un comercial de la marca Rexona:
“Lavese con Rexona y evite
el molesto baño diario”.