Por: Hernando Ayala
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Noviembre2013
Edición Nº 9
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“Tener hijos no convierte a nadie en padre,
lo mismo que comprar y ostentar un piano no
lo convierte a uno en pianista”… piénselo con
> “Mis hijos no tuvieron las ventajas que
tuve yo en mi infancia: cuando uno viene
de la pobreza más abyecta, no hay otra
dirección adonde ir que no sea hacia
arriba”. - Kirk Douglas
violín, tiple, acordeón, lo que quiera. Hay que
alcanzar la melodía perfecta.
>
Ser Papá auténtico, genuino, es un estado del alma
para siempre
Hay padres excepcionales que no tienen hijos. Hay
padres generosos al extremo que no engendraron hijos
pero han formado grandes seres humanos, a quienes
acompañan a vivir. Hay por fortuna muchos padres
biológicos que llegaron a ser capaces de graduarse
como verdaderos papás. Hay para infortunio del género humano, demasiados, muchos más hijos de los que
pudiéramos imaginar, sin padre, los hay “huérfanos con
padre presente”. Hay millones en nuestras sociedades
con ausencia desde siempre de esta figura esencial.
Magnificencia del “NO” formador
El “NO” formador
SER PAPÁ
una vocación que no se define, ni
> E sautentica en estados contables, ni certifica, ni
en cuentas
bancarias, ni en certificados de éxito terrenal, ni en
notarías, ni en títulos patrimoniales, ni en escrituras de
bienes enajenables. Ser Papá es un asunto demasiado
grande que no alcanzan a comprender demasiados
seres humanos.
Es lo más contrario al ego que pueda existir.
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>
Admiración, aprecio y respeto para todos
aquellos “villanos valiosos y valerosos” que
supieron aplicar el “NO” para formar, dignificar, construir seres humanos equilibrados,
autónomos, libres, justos, distantes del abuso,
la arbitrariedad y el irrespeto. Esa paternidad
fundada en el respeto, la dignidad y la tolerancia
con la opción justa y el derecho de quienes ven
la vida y el mundo de forma distinta. Por ahí es
posible encontrar al auténtico pianista que debe
ser cada padre responsable y agradecido con la
maravillosa oportunidad que le ha concedido
la vida, guiar y acompañar a crecer a seres
humanos que vinieron al mundo a través de su
amor consumado con una madre.
Hay demasiada ausencia de Papás en todas
partes, hijos huérfanos con papá cajero, que solo
sabe pagar para evadir el compromiso, papás ausentes de cuerpo presente camuflados y ocultos
en su arrogancia y egocentrismo. Hay papás mal
ejemplo incitando a sus hijos a la arbitrariedad
y a pasar por encima de los demás.
El deber es seguir trabajando en busca del genuino pianista, capaz de lograr la
melodía armónica de una vida para cada hijo
o hija, formados, fundamentados con base en la
autonomía, libertad responsable, vocación por
la vida sin dañar y lejos de la arbitrariedad. Hijos
con el alma repleta de amor, respeto, solidaridad y compromiso con la justicia. Personas con
contenidos para trabajar día a día en la búsqueda del mejor título que puedan alcanzar: Llegar
a convertirse en un verdadero ser humano, cada
uno. Vencer la precariedad y mediocridad que
propone el mundo, para alcanzar la excelencia
de la melodía tocada como auténtico pianista de
su existencia. Homenaje y aprecio para quienes
luchan en esa dimensión
.
revistaStop
>un alto en el camino