Revista SICES - Segunda Edición 2019 Julio 2019 | Page 33
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Más, es aquí donde cobra mayor rele-
vancia el proceso de la persuasión. El
mensaje religioso puede ser positivo,
con instrucciones aplicables a la vida
diaria que busquen alcanzar un estado
de bienestar personal y espiritual por
medio de la fe en Jesús. El riesgo suced-
erá cuando, desde su posición como
líder religioso envíe mensajes que
busquen alcanzar propósitos individ-
uales como obtener ganancias mon-
etarias, servidores personales, admi-
ración, fama, reconocimiento, respeto,
favor, por mencionar algunos. En
suma, lograr tener un pueblo sometido
y dominado para que le sirvan a él y
no necesariamente al Dios de quien
predica.
Conclusión
La religión y la creencia religiosa están
basadas en la transmisión de un men-
saje. La religión necesita y ha utilizado
siempre mensajes persuasivos, mismos
con los cuales se ha expandido durante
miles de años. La persuasión, que es un
acto siempre consciente, está presente
en cada prédica religiosa y en cada una
de se utiliza una cantidad extensa de
prácticas y estrategias para ello con el
fin de hacer creer o involucrar al oyente,
por esto, el análisis del fenómeno per-
suasivo es de gran importancia. Al
igual que algunos de los estudiosos de
la psicología, citados en este trabajo, la
religión está relacionada fuertemente
con la experiencia humana y que la
mayor parte de las personas buscan
la espiritualidad como una forma de
encontrar respuesta a interrogantes
que humanamente son imposibles de
contestar, pero al mismo tiempo, todo
aquel que busca sinceramente su real-
ización espiritual, sea por medio de la
fe cristiana o cualquier otra, debería
asumir la responsabilidad de aplicar el
razonamiento, la crítica y el escrutinio
concienzudo del mensaje que recibe,
contrastándolo con la base de su fe,
estudiando los mensajes desde la ruta
central y no sólo desde la periferia,
teniendo el cuidado de no estar siendo
manipulado por medio de estrategias
persuasivas cuidadosamente escogidas
que buscan convertirle en una fuente
de beneficios, más que en un simple
receptor.
Los líderes religiosos saben que si la
persona no es capaz de comprender
lo que escucha, difícilmente se man-
tendrá atenta, es por eso que los men-
sajes religiosos se preparan de forma
que puedan ser fácilmente entendidos
por la mayoría. Y para para hablar de
un Ser Supremo que es todo amor, un
Dios hecho hombre se utiliza en el dis-
curso religioso elementos simbólicos,
comparaciones, metáforas, historias
o parábolas, siguiendo el modelo de
Jesús, quien hablaba de sal, luz, camino,
vid, ramas, espinos, puerta...
Presentar ejemplos de otros, es otra
de las estrategias persuasivas bastante
utilizada, ello permite ilustrar mejor
el mensaje para que sea más fácil de
entender y asimilar, y también permite
crear mayor urgencia para atenderle
y obedecerle (Salcedo & Martínez,
2006). En la Biblia hay numerosos
ejemplos de conductas tanto buenas
como malas. No sólo se conocen las
conductas, sino que también se tiene
la ventaja de poder conocer las conse-
cuencias, las cuales, por supuesto, son
utilizadas como formas de ejemplo.
Es de esperar que Jesús sea el princi-
pal modelo para seguir, y como tal,
sea la figura mayormente utilizada
como patrón, así como otros perso-
najes bíblicos, sin embargo, no deja de
ser frecuente el uso de prototipos de
otras personas, hermanos y hermanas,
que tuvieron cierto comportamiento y
obtuvieron buenos o malos resultados.
Todo esto busca que quienes escuchan
puedan comprender y a su vez asimilar
el mensaje. Por lo general, el lenguaje
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utilizado no lleva palabras complicadas
y el contenido casi siempre es para su
aplicación en la vida diaria y de forma
práctica.
En este sentido, las personas que se
comprometen con su creencia, con su
mensaje, con sus prácticas y, especial-
mente, con los valores que en ella se
predican son del tipo de que desde lo
que piensan no se dejan persuadir sin
fundamento y han estudiado crítica-
mente la base de su fe para seguir una
determinada religión y/o denomi-
nación y han llegado, o por lo menos
intentado llegar, al centro del mensaje
religioso, pasando por la periferia y
dejándola atrás. Es preciso enfatizar
que la religiosidad como estrategia de
cambio de conducta resulta ser una
herramienta más que valiosa, y que
muchas personas no tuvieron que
llegar a un consultorio psicológico
porque encontraron solución en la
creencia en un Dios que les “ayudó”
a restablecer sus matrimonios, a dejar
sus vicios, en fin, a ser mejores seres
humanos. Demostrando así la existen-
cia de la religiosidad como necesaria
para tema de estudio psicológico.
Son muchos los factores asociados a
la potencia de la predicación como
discurso persuasivo, cualquier tipo de
mensaje que busque persuadir depende
de factores como las características del
mensajero, del receptor y del mismo
mensaje, esto hace muy interesante el
análisis de su impacto psicológico, ya
que estos, además de tener como meta
primordial la persuasión, tienen un
contenido basado en un documento
de importancia más que probada en la
cultura occidental en la que vivimos:
la Biblia, con la que los líderes religio-
sos fundamentan mensajes que por el
hecho de estar escritos allí se vuelven
difíciles de ignorar por los oyentes.
Estos mensajes tienen un impacto
psicológico que hace pensar en la