Revista SICES - Segunda Edición 2019 Julio 2019 | Page 31

REVISTA SICES deducir en qué consiste esta técnica, más lo que debe tenerse en cuenta es que el efecto surge cuando el que pro- mete es visto como alguien competente para cumplir, y además la promesa es algo que las personas desean. Logro: A cambio de la obediencia se ofrece al receptor la capacidad de algo, en el caso positivo; o si no obedece, no podrá ser capaz de algo, en su versión negativa. Se busca persuadir al decir que, si se atiende al mensaje, la persona podrá adquirir una nueva capacidad o habilidad. Oferta única: Consiste en tratar de con- vencer de que un sujeto u objeto posee cualidades superiores y ofrece benefi- cios únicos. Ejemplo de otros: “Si es pos- itivo, se estimula a seguir la conducta sugerida porque es la que adoptarían las mejores personas; si la motivación es negativa, no aceptar la demanda del emisor se equipara con el comporta- miento de la peor gente”. Pregunta: preguntar es una de las técnicas con mayor poder persuasivo y también una de las más frecuentemente utilizadas. Ocasiona que las personas reflexionen por un momento y puedan generar sus propias respuestas, y siendo ella misma la fuente del mensaje persuasivo, se cumple con uno de los requisitos pri- mordiales, que es que la fuente sea confiable. Además de éstas, Salcedo y Martínez (2006) enlistan otras técni- cas para persuadir que son común- mente encontradas en el discurso reli- gioso. Entre ellas están la distracción, reciprocidad, autopromoción, estima de otros, gustar, autopersuasión, testi- monios, transferencia, moral, autosen- timiento, consenso, generalizaciones, pérdida y anti-persuasión. En cuanto a esto, es importante recal- car que el mensaje religioso-cristiano utiliza muchas de estas técnicas, por lo que nos parece importante conocer las características únicas del discurso religioso y su capacidad persuasiva, esto desde la experiencia en nuestro contexto. La persuasión desde los dis- cursos religiosos en algunas iglesias de Tegucigalpa A modo de investigación de campo, se visitaron diferentes iglesias de Tegucigalpa para identificar cuáles de las estrategias persuasivas son utiliza- das y por medio de qué tipo de frases, palabras o discursos. De entre las técni- cas utilizadas en los sermones se encon- tró la estrategia de causar miedo, que se fundamenta en un golpe emocional, y se encontró al respecto frases relacio- nadas a ese miedo: “Estamos expuestos a caer en problemas de salud, fracasos [etc...], cuando no obedecemos Su palabra”; “...cuando nos enfocamos en lo de afuera, vienen las aflicciones”. “Dios las envía para que el hombre interior crezca, porque el hombre exte- rior está muy fuerte”. La forma en que esta técnica funciona es que al añadir inmediatamente después del mensaje el contenido de miedo, la solicitud de obedecerla constituye la solución para remover el sentimiento desagradable. También la estrategia de la culpa es común y frecuente, puesto que dentro de la doctrina cristiana se encuentra la creencia de que todo ser humano es pecador (Romanos 5:12). Se iden- tificaron frases como las siguientes: “Buscamos a Dios cuando tenemos dificultad, pero cuando la dificultad pasa, lo buscamos, tal vez, día de por medio”; “No pones atención y dices que Dios no te habla… Es tu decisión si escuchas o te duermes” (refiriéndose al sermón mismo); “...nosotros mis- mos nos hemos vuelto a la izquierda” (refiriéndose al pasaje bíblico de Mateo 25:31-33), en donde Jesús dice que “... como separa el pastor las ovejas de las cabras. Pondrá las ovejas a su derecha, y las cabras a su izquierda”. Al igual 25 que en el miedo, luego del sentimiento de culpa se presenta la solución para remover dicho sentir, la cual viene a ser el atender y poner en práctica el mensaje recibido. La disonancia es otra de las técnicas que tiene que ver con las emociones. Algunas de las frases fueron “...vamos caminando bien ves- tidos por fuera, pero sin fijarnos cómo estamos por dentro”; “...nos importa más cómo nos ven los hombres que cómo nos ve Dios”; “Sólo obedecemos la Biblia cuando nos gusta el mensaje, pero cuando nos confronta, ya no nos gusta”. En todas ellas, se ve la inconsis- tencia entre ciertas conductas, la cual genera una sensación de malestar en el oyente obtiene conciencia de ellas. Muchas de las estrategias se encargan de que se dé la aceptación del mensaje, y el aceptar el mensaje es de hecho el momento más importante en el pro- ceso de la persuasión, pero no hay que olvidar que antes de llegar a este paso hay que lograr la atención y la comprensión. Para esto, es común, sobre todo en los pastores evangélicos, que eleven la voz o aceleren la veloci- dad del habla, o hagan pausas más o menos prolongadas, o incluso que de forma específica pidan la atención de los oyentes con frases como “...no deje que el de a la par le interrumpa”; “... présteme toda su atención porque esto que le diré es de suma importancia”; incluso “...esta es la Palabra de Dios, ponga atención en señal de reverencia”. El hacer preguntas, además de gen- erar reflexión y análisis, también logra atraer la atención. Se escucharon pre- guntas como “...¿se está viendo a usted mismo como Dios lo ve?; ¿Cómo está viviendo su vida, está cumpliendo con los preceptos de Dios?; ¿Dónde cree que pasará su eternidad?; Pregúntele al hermano que tiene a la par, ¿estás bus- cando del Señor en la intimidad?”. Recordemos que influyendo sobre