Revista SICES - Segunda Edición 2019 Julio 2019 | Page 14

8 Ciencias de la Educación, Humanidades y Artes la ballena, y es esta misma oscuridad la cual está constantemente presente en la realidad del Jonás de Cardona Bulnes: “Toneladas/ de latas de tini- ebla, carretadas/ de piedras arruga- das de sombra caen…” (Bulnes, 1980, 103). Pero el vínculo que tiene, por medio de la palabra, como lo tuvo el Jonás bíblico, le ayuda a enfrentar esta oscuridad que lo envuelve: “Nosotros como Josué que detuvo/ el crepúsculo ( Josué 10) hemos/ la noche detenido. Ajustamos la sombra./ Somos reloje- ros de lo oscuro” (1980, 104). Se refi- ere al Profeta Josué y su acto milagroso de detener el transcurso de la noche, para expresar esta lucha en contra de la oscuridad. En algunas secciones como la 4-IV (46) llega a describir la realidad que vive el poeta como una, en donde las personas olvidan la comunión que llega a ellos por medio del lenguaje: “…Qué de pendejos duros/ como tor- res, perennes, en perennes/furúnculos, anales que no signan” (Bulnes, 1980, 48). En la sección 14-X (74) también describe este ambiente, y caracteriza a las personas como insectos, éstos sufren de comunicaciones fallidas, de incomprensión. Las personas lle- gan a ser moscas que olvidan qué es la justicia: Ah mundo de las moscas, per- fecto./ Ah cosmos microbiano, universo de iones./ Aquí nadie es responsable de nada./ Si una abeja se quejare ante lo que juzgase/ fuera un tribunal de moscas,/ de que una mosca le ha violado una flor,/ las moscas que supondría la oyen,/ no la oyeran, y en lo extraordinario… Las moscas no sabrían de qué habla,/ mascul- lando entre risitas:/ Qué será eso de violación,/ qué será eso de flor (Bulnes, 1980, 73 - 74). Estas personas, caracterizadas como insectos, también llegan a ser suma- mente nocivos para todo lo “orgánico”, lo natural en el mundo: “Hacen que el hidrógeno estríe tu horizonte,/ Coma tus olivares, tus águilas,/ tus leones, tus rosas./ Lo inorgánico vive de lo orgánico” (Bulnes, 1980, 103). El mundo en que se encuentra el Jonás de Bulnes, caracterizado por una falta comunicación, también vienen a ser uno, en el cual no existe la responsab- ilidad, la justicia, el sentimiento o la oportunidad y el espacio de expresar todo tipo de dolor: “Analgesia moral. Aquí no hay dolor./ Pudiera haber dolencia, y a no ser/ de la dolencia en el propio pellejo/ no se puede hablar de otro dolor” (Bulnes, 1980,74). Esto es similar a la situación del Jonás bíblico quien vivió en un tiempo de inestabili- dad espiritual en Israel. Esta falta de comunicación es también una imposibilidad para comprender lo que es “ser” un humano. Una que sin el lenguaje no puede alcanzarse o llegar a comprenderse: Y si las moscas llegaran, –no a pen- sar,/ no a creer, – a chillar, quién sabe de quién,/ que ‘ser mosca es un acto de fe’,/ cómo pudieran saber que ‘ser’/ usado como verbo/ es función consciente del ser,/ y que para usarse como tal obliga un conocer,/ un saber, paso a paso,/ desde el a-pre-hender al com-pren- der… (Bulnes, 1980, 74-75). En diferentes secciones del poema se llegan a cuestionar otros conceptos como la muerte y la vida o la realidad y el mito. Situación similar a la del Jonás bíblico que también llega a cuestionar conceptos como la misericordia y el mandato de Dios; son versos también están marcados por diferentes referen- cias a lugares o elementos del contexto bíblico en el cual el profeta Jonás se desarrolló. …culminante. ¡Hola ¡ Pues sí. Hablar/ del azul de Sudán, del aire gris de Iscaria, / del rojo de Jerusalén,/ de la lluvia amarilla de Samaria;/ de la verdad, la realidad y el mito,/ de la fe, la justicia y la libertad. ¿Cómo es /la libertad?... (Bulnes, 1980, 18). El Jonás de Cardona Bulnes en su oración también se refiere a un prin- cipio de vida por medio de un símbolo como el agua (Chevalier y Gheerbrant, 1996) uno que está presente en las personas, en la juventud y en la natu- raleza: “Y aunque es cierto que el agua anda siempre/ encantada bañándose desnuda/ en la pila del aire viendo la brisa de rama en rama/ apartando ramas pájara ramera…” (Bulnes, 1980, 17). Pero es un principio del cual se privan las personas, dejando de lado, la posibilidad de la comunión con lo espiritual: “…a cuadros la alegre juven- tud despreocupada/ en canto tras la música,/ Decir qué ya en gusto sin olf- ato ni vista/ ni oído ni tacto, saboreán- dose,/ espectrándose, volándose la cabeza” (1980, 17). Esta situación que llega a describir se remite al estado de la sociedad en la cual el Jonás bíblico vivió. Un estado en el cual, la comunión con lo espiritual no existía y el pueblo de Israel se encontraba apartado de una posible comunión con Dios. A lo largo del “Jonás”, personajes de la cultura popular como Superman en la sección 8-10-X (22), figuras bíblicas como los Levitas o David en la sec- ción 18-X (26), o poetas como Rilke o Dante en la sección 13-IV (62), llegan a ser figuras análogas a Jonás. Estos también mantienen una comu- nión, cada quien en su medio, con su propio Dios, conservan un vínculo con lo superior por medio de su arte. Cada vínculo llega a ser diferente para cada