S I C E S bladores identificaron las principales problemáticas en el ámbito cultural que afectan sus localidades, donde la más generalizada es la desvalorización del patrimonio cultural, seguido de la escasa investigación, identidad debilitada, inexistencia de políticas culturales en los planes de desarrollo municipales, costumbres locales perdidas, entre otras.
Las problemáticas identificadas en las agendas regionales de cultura todavía tienen vigencia, a criterio de Cruz( 2016):
El desconocimiento de la importancia de una cultura para el desarrollo en Honduras, las consecuencias que sufrimos por no tener unas políticas culturales de país y falta de presupuesto para incentivar el sector cultural, son algunos de los factores que prevalecen en el panorama cultural hondureño.( p. 158)
Actualmente, existen 14 ciudades que poseen declaratoria de Monumento Nacional: Comayagua( Decreto N.º 61), Choluteca( Acuerdo N.º 496), San Antonio de Oriente( Acuerdo N.º 091), Santa Rosa de Copán( Acuerdo N.º 344), Yuscarán( Acuerdo N.º 156), Cedros( Acuerdo N.º 397), Trujillo( Acuerdo N.º 049), Tegucigalpa( Acuerdo N.º 527), Ojojona( Acuerdo N.º 155-96), Gracias( Acuerdo N.º 168), Santa Lucía( Decreto N.º 156-2003), Amapala( Acuerdo N.º 226- 2009), La Ceiba( Acuerdo N.º 101-2010) y Catacamas( Acuerdo N.º 239-2010). Esta es una protección legal que emite el Congreso Nacional de Honduras para atender convenientemente la preservación del legado histórico que tienen estas zonas, sin alterar o lesionar su armonía urbana.
La declaratoria de Monumento Nacional aplica para aquellas ciudades que poseen un Centro Histórico debidamente conservado. Estos son espacios que tienen perímetros delimitados que poseen cierta uniformidad estética y urbanística, y que les permite ser lugares distintivos de la ciudad.
En Honduras existe la Asociación de Municipios de Honduras( AMHON), ellos cuentan con un Programa Nacional de Fortalecimiento de la Gestión Urbana de los Centros Históricos, el cual tiene como objetivo « mejorar la conservación, planificación, gestión urbana y el aprovechamiento de los centros / conjuntos históricos de Honduras como recurso para el desarrollo y lucha contra la pobreza ».( PGU, 2012, p. 3)
Cada una de las municipalidades tiene como objetivo « preservar el patrimonio histórico y las tradiciones cívico-culturales del municipio; fomentarlas y difundirlas por sí, o en colaboración con otras entidades públicas o privadas; y utilizar la planificación para alcanzar el desarrollo integral del municipio ». En la mayoría de los centros históricos de Honduras no se han implementado procesos de gestión y control urbano, causando transformaciones en el paisaje urbano y pérdidas irreparables de su patrimonio inmueble. « Esto ha repercutido negativamente en el desarrollo, evolución y aprovechamiento del centro histórico ».( PGU, 2012, p. 12)
Para poder replicar toda la experiencia de estas ciudades es importante tomar en cuenta no solo el inventario de los espacios y monumentos, sino, además, registrar todo el patrimonio inmaterial que forma parte de cada uno de estos lugares, que es lo que le da vida y razón de ser a todo lo edificado.
Los inventarios del patrimonio cultural en Honduras
Ante la necesidad de registrar los principales bienes culturales del país, el Instituto Hondureño de Antropología e Historia( IHAH) y la Agencia Española de Cooperación Internacional( AECID), diagnosticaron la situación actual del inventario nacional de inmuebles patrimoniales. En este diagnóstico se planteaba que los inventarios de inmuebles culturales, son instrumentos « diseñados para identificar y conocer todos aquellos bienes inmuebles legados por nuestros antepasados ».( Martínez, 2012, p. 2)
Según Martínez( 2012), los inventarios proporcionan información valiosa de « localización y ordenación previa estableciendo clasificaciones de los bienes objeto de estudio facilitando, a su vez, la realización de cuantos catálogos y demás registros sobre patrimonio sean necesarios para su conocimiento y plena protección y difusión ».( p. 2)
De la misma forma el inventario puede considerarse, a criterio de Martínez( 2012), como una herramienta para la gestión patrimonial sobre los bienes culturales, ya que, a la hora de definir las funciones de esa gestión,
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