Revista Septiembre Deportes Down REVISTADOWN FINAL | Page 10

10 Beneficios del deporte para niños con Síndrome de Down Ventajas del ejercicio físico para niños con Síndrome de Down Además de mejorar la calidad de vida y el bien- estar de los niños, la actividad física es una herramienta para combatir el sedentarismo y la obesidad infantil que vive nuestra sociedad y tiene múltiples ventajas para nuestro organismo. En los niños con Síndrome de Down la práctica deportiva aporta además de ventajas físicas, be- neficios psicológicos y sociales. Debido a que su resistencia cardio-respiratoria es menor, son re- comendables prácticas deportivas cortas o con descansos, que favorezcan su atención. Ventajas psico-sociales del deporte en niños con Síndrome de Down 1. Ayuda al niño a sentirse parte de un conjun- to y a trabajar en equipo, fomentando en ellos el compañerismo y favoreciendo las relaciones personales. 2. Descubren sus propias capacidades y exter- nalizan sus emociones con el grupo favorecien- do el autocontrol emocional: desde la ilusión por el trabajo bien hecho hasta el esfuerzo llevado a cabo o la frustración. 3. Toman conciencia tanto de sus dificultades como de sus posibilidades mejorando así su au- toestima. 4. Les aporta mayor autonomía y mejora su es- tado de ánimo. 5. Aprenden a respetar las reglas del juego. 6. Les ayuda a eliminar el estrés favoreciendo su estado anímico. Habilidades que potencia el ejercicio físico en los niños con Síndrome de Down El deporte ayuda a potenciar habilidades, por ejemplo, a mejorar la coordinación, más aún en el caso de niños con Síndrome de Down, pero también les aporta mayor fuerza y tono muscular. El deporte es fundamental en los niños, pero más aún en el caso de niños con Sín- drome de Down, ya que contribuye a mejorar su postura corporal, les ayuda a mejo- rar su orientación espacial y mejora su equilibrio y su flexibilidad. Beneficios físicos de la práctica deportiva en niños con Síndrome de Down 1. Mejora su estado general así como su forma física. 2. Previene la obesidad. 3. Su resistencia cardiorespiratoria aumenta, mejorando así su aparato respiratorio. 4. Disminuye el riesgo de cardiopatía, así como la frecuencia cardiaca. 5. Baja su presión arterial. 6. Reduce el colesterol ‘malo’ y los triglicéridos.