Revista Sekai D # 1 | Page 7

coleccionista

por: pedro

KOTOBUKIYA

Y SUS MITOS

Primero que todo, para los que no sepan que es Kotobukiya les daré un breve resumen:

“Es una compañía japonesa de figuras coleccionables y una de las mejores del mercado mundial”

No tiene caso dar una explicación muy larga, vamos al punto. Para los amantes de las figuras de alta calidad tener una figura Kotobukiya es como comer en el mejor de los restaurants, cuesta mucho pero vale la pena.

En Venezuela sin embargo la metáfora del restaurant no alcanza, si tuviera que decir algo adaptado a los tiempos modernos tendría que ser: tener una Kotobukiya es como tener una ametralladora en el renacimiento…

Dejando a un lado las metáforas, llegamos a una conclusión: ¡son caras!

Lo cual nos lleva a un dilema, donde y a quien comprar, si bien hay muchas formas, la mas eficiente es comprarla por internet pero no todos tienen esa facilidad, entonces, si un coleccionista desea comprar en el país obviamente se va al mercado nacional.

Comúnmente son vendidas por particulares en internet y a un precio que por lo general nos hace verlo 3 o 4 veces y sacar cuentas de su valor en el extranjero. Los coleccionistas “expertos” tienden a desvalorizar y con razón los artículos de segunda mano, el no estar en su caja selladas ya le quita bastante valor monetario, maltratos por manipulación entre otros.

Si bien hay múltiples opciones (como la tienda de la página de al lado) siempre habrá la misma inquietud: “¿será original?”. Por lo general no queremos confiar en el vendedor, siendo un mercado de mucho dinero es natural pensar que quieran vender una copia por el precio de una original, más si la inversión es alta (la piratería existe a todo nivel), asi que la opción que queda es confiar en las señales que deja la fábrica que no pueden ser copiadas.

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