1. Introducción
la mejoría de su calidad de vida y de salud, incluso un mayor control sobre ese
proceso. No obstante, para alcanzar un estado de completo bienestar físico,
mental y social, individuos y grupos deben ser capaces de identificar sus
aspiraciones, satisfacer sus necesidades y cambiar o saber manejar el medio
ambiente. Esto significa controlar los factores políticos, económicos, sociales,
culturales y ambientales, los cuales incluyen: habitación, educación,
alimentación, renta, acceso a los servicios de salud, ecosistema estable,
recursos sustentables, justicia social, y otros.
Por lo tanto, en toda sociedad, los procesos de cambio de carácter más
amplio están permanentemente relacionados con procesos que involucran los
individuos en su práctica cotidiana. En este sentido, la Educación para la Salud
es importante, cuando se piensa en la formación y capacitación de los
profesionales de salud.
Se parte de la suposición que las metas que tengan como objetivo
mejorar la calidad de vida de un país o región, solamente podrán ser
alcanzadas si las medidas de orden política son combinadas con acciones
específicas en el interior de las instituciones, sobre todo en los servicios de
salud, y otros sectores en los cuales la educación para la salud sea relevante:
escuelas, empresas, sindicatos, asociaciones de barrio, comunidades
religiosas, y otros.
La Organización Mundial de la Salud, citado por Perea (2001): define la
educación para la salud como “el estado de bienestar, físico, mental y social”
(pág. 24). Esto refiere a la etapa en la cual individuo se encuentra en buen
estado de manera emocional, intelectual, corporal en interacción con el
contexto en que se desenvuelve. Las personas se mueven de un lado a otro
día tras día, no hay límite señalado para este proceso. Hay un entorno muy
amplio en que la gente puede estar dentro de la salud o de la enfermedad. El
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Artículo
La salud como proceso de capacitación de la comunidad para actuar en